Tienes una larga lista de inseguridades. El tamaño de tu
frente. El ancho de los muslos. La flacidez en la cintura. Pero eso es normal.
Todo el mundo odia fragmentos de sí mismos. Encontrar tu para siempre no va a cambiar
lo mal que te sientes cuando te miras al espejo.
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| IMAGEN: RETURN OF KINGS |
Desafortunadamente, una
persona no puede mágicamente hacer que te ames a ti mismo. Pero una persona puede hacer que te odies a ti mismo.
Cuando estás con la persona equivocada, nunca te dejas relajar. Tu mente
siempre está girando, criticando en silencio cada palabra que dices, cada gesto
que haces. Antes de salir para una cita, verificas el espejo diez veces. Porque
no crees que eres lo suficientemente bueno para él o ella. Porque crees que
está fuera de tu liga. Porque te hace sentir que tienes que trabajar por su
amor.
Cuando estás con la persona equivocado, todas las
inseguridades que has tenido desde la infancia se magnifican. Solías ser
consciente de tu peso, pero ahora te obsesionas por perderlo. Solías estar
avergonzado por tu risa, pero ahora te obligas a mantener una cara recta para
que esa persona nunca tenga que escucharla. No puedes disfrutar, ni siquiera
durante el sexo, porque tienes problemas para concentrarte en el momento. Estás
demasiado ocupado preocupándote acerca de si tu piel es lo suficientemente
suave, si tu cuerpo huele bien, etc.
Crees que te está juzgando. Piensas que esa persona está
mirando fijamente cada defecto, decidiendo si debe permanecer contigo de
encontrar a alguien mejor. Es normal tener inseguridades, hacer hincapié en
impresionar a la persona que realmente te gusta, pero no es saludable
atormentarte por ello. No es saludable quedarse con alguien que te hace sentir
como si fueras una persona horrible, como si no tuvieras nada que dar. Nadie
debería hacerte dudar de tu valor.
Si te quedas despierto toda la noche, llorando porque tienes
la sensación de que están engañándote, estás con la persona equivocado. Si
estás más inseguro ahora de lo que has estado antes, estás con la persona
equivocada.
Escrito por Paola Céspedes de Hoy Aprendí.
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