Si nadie me juzgara, así sería mi vida…

Si nadie me juzgara, hablaría con extraños. No me quejaría de que alguien pensara que estaba desesperado por la compañía, en la necesidad de atención o profundamente estar preocupado por ser querido. Les preguntaría cómo iba su día. No me avergonzaría de entrometerme, quiero decir, después de todo, es algo inofensivo. Y a menudo pensamos demasiado en pequeñas cosas de la vida que son tan simples, tan fáciles, que siempre encontramos una excusa para hacer de estas todo un desafío. Hablaría con un nuevo compañero todos los días, incluso si nadie tratara de hablar conmigo en el salón.
IMAGEN: ADVANTAGES OF AGE
Mañana, podría escribir una lista de nombres de las personas que quiero perdonar, pero no olvidar. No me importaría lo que pensaran mis amigas cuando me acerque donde mis ex’s e intente volverme sus amigos. No me importaría si las chicas susurraran a mis espaldas expandiendo un rumor falso.

Si nadie me juzgara, hubiera admitido que estaba celosa. Estaba celosa de ella. Estaba celosa de todo lo que tenía con ella deseando que lo tuviera conmigo. Te diría que perdí un gran pedazo de mi corazón cuando te vi con ella. Que el aire que me rodeaba desapareció, que las paredes comenzaron a cerrarse justo después de que me hablaste de ella. Estaba celosa de cómo le diste el mundo y me quitaste todo. No me preocuparía cuán patéticas son estas palabras. No quiero vivir una vida dejándote creer que quieres decir tan poco cuando no puedo encontrar las palabras para describir cómo siempre has significado tanto.



La próxima semana, me olvidaría de mis planes y pasaría el fin de semana en casa. Yo no sentiría lástima por ver cada vieja película y pronunciar las palabras por mi cuenta. Recogería un libro desgarrado de mi estantería y regresaría a un lugar donde nada de lo que hacía o decía importaba.

A la mañana siguiente, cambiaría mis metas para el futuro. Dejaría de esperar cosas buenas y empezaría a perseguir cosas sin sentido sin importarme lo ridículo que me vería. Dejaría de aceptar las cosas tal como son y empezaría a pelear sin importar lo mucho que se rían de mí cada vez que fallara. Cambiaría la forma en que veo el mundo y a su vez, cambiaría la forma en que el mundo me ve.

No pensaría dos veces en decirte la verdad. Yo no perdería un segundo haciendo una lista en mi cabeza de todas las maneras en que esto podría salir mal y te diría de inmediato que nunca he conocido a nadie como tú. Te diría que el día que te conocí fue mi día favorito y cómo todavía recuerdo cómo me sentí cuando te vi por primera vez. Si no me juzgaran, diría lo fría que me siento cuando no estás conmigo y cómo pensar en ti deposita una cálida manta alrededor de mi corazón. Si no me juzgaran, te confesaría mil veces que te amo.

Hoy, fingiré que nadie me juzga. No dudaré en preguntar si me amas también.



Escrito por Kevin Guanilo de Hoy Aprendí. 

Comentarios