A
menudo relacionarnos con nuestro entorno y con las personas que forman parte de
él, se convierte en una prioridad para muchas personas.
Agradarle
a los demás, simpatizar, no propiciar ninguna relación de conflicto, ser
cordiales, vivir en armonía y cualquier otra virtud que represente mantener una
buena relación con otra persona, ocasiona que muchas veces nos alejemos de
nuestro propio criterio de ver las cosas, de nuestra manera de ser, de nuestra
manera de actuar, incluso de nuestros principios y de nuestros valores.
"Cuando estas contento con ser simplemente
tú mismo y no te comparas o compites, todo el mundo te respetará". Lao Tzu
Dejamos
de sernos fiel a nosotros mismos, para poder interactuar y acercarnos un poco
más a alguna otra persona, ya sea un jefe, una pareja, un compañero de trabajo,
un amigo o cualquier otra persona que represente alguna situación importante en
nuestro espacio, en un momento determinado.
Esta
situación de establecer relaciones con nuestro entorno, nos coloca en
determinadas posiciones, por ejemplo, en muchas oportunidades terminamos
involucrados en situaciones de críticas, de comentarios, de conversaciones
negativas con respecto a alguien más, y lo hacemos sencillamente por llevar el
hilo de la conversación o por no realizar un desplante a la persona que inició este comentario; lo mismo pasa con
nuestros jefes cuando compartimos opiniones que en el fondo no nos agradan, lo
mismo pasa con las parejas cuando nos adaptamos a sus gustos, cambiamos nuestra
manera de vestir, pensamos en bajar esos kilos de más por algún comentario y no
por un tema de deseo personal, o sencillamente tomamos gustos que corresponden
a nuestra pareja para resultar más complacientes.
¿Cómo pretendes volar si no te alejas de los
que te arrancan las plumas?
Anónimo
No
se trata de no compartir, o de no tener cosas en común con alguien más, incuso
hay espacios en los cuales se puede ser flexible. Sin embargo, es importante no
perder la perspectiva, y saber reconocer cuándo nos estamos alejando de
nosotros mismos y realmente por qué lo estamos haciendo.
Sé
siempre fiel a ti mismo, a tus valores, a tus principios, a tus deseos;
respétate, respeta tu cuerpo, ama tu ser y entiende que eres un ser
maravilloso, valioso, con defectos y virtudes y que aquella persona que quiera
estará tu lado y que decida amarte, debe aceptarte como eres; hay cosas
evidentemente que podemos y somos capaces de transformar, incluso por esa
persona que amamos, sin embargo, debemos hacerlo por nuestro propio bien, por
nosotros mismos aunque ese cambio sea beneficioso para nuestra relación.
Cuando
nos reflejamos en el espejo, y nos damos cuenta que estamos frente a una
máscara por capricho de alguien más, debemos entender que nos hemos alejado de
nosotros mismos.
Nunca
es tarde para recuperarte, amarte y respetarte a ti mismo es esencial para que
toso aquel que te rodea pueda hacerlo.
Este articulo fue realizado gracias a rincondeltibet.com Si deseas seguir leyendo artículos de tu interés sigue explorando el sitio.
Comentarios
Publicar un comentario