Nadie te dice que perder a un amigo es tan doloroso cómo
perder a una pareja. Nadie te advierte que la forma en que pierdes a alguien
que una vez te considero su hermano y ahora actúa como si no le importaras es
la forma más dolorosa de perder a alguien, la peor manera que puedes
desmoronarte. Nadie te dice cómo algunas amistades no fueron construidas para
durar no importa cuánto quieras.
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IMAGEN: MONSWORK |
A todos los amigos que me han dejado: lo siento. Espero que
puedas perdonarme por mis defectos y mis razones. Espero haberles explicado por
qué me fui, por qué elegí un camino en el que no estábamos y aunque nunca hay
buenas razones para eso, nunca hay una buena razón para ninguna de estas cosas,
espero haber sido amable y considerado cuando estuve en tu vida. Espero haber
añadido algo de valor. Sé que hay cosas, cosas positivas que he aprendido de ti
que nunca olvidaré.
A los amigos que decidieron dejar sin rima ni razón mi
vida: todavía no sé qué hice mal, pero elijo perdonarte. El abandono es la
forma más cruel en la que puedes elegir dejar a una persona y he encontrado en
mi corazón perdonarte, no por ti, sino por mí mismo. Espero que dondequiera que
estés, seas feliz. Y espero que nadie te abandone como tú lo hiciste conmigo.
Porque nadie lo merece.
La gente que amas y pierdes en el camino, todavía son
hermosas en sus propias maneras. Algunos pueden haberte cortado brutalmente,
algunos pueden haberte hecho dudar de tu autoestima, algunos pueden haber
desaparecido un buen día, o para algunos, tú empiezas a convertirte en un
extraño con el paso del tiempo.
Las lecciones que aprenderás de cada una de estas personas
son inolvidables: cómo escoger mejor a la gente a la que amas. ¿Quién es realmente
alguien que se quedará contigo a pesar de todo? Cómo amar mejor. Cómo olvidar a
las personas que te causaron dolor. Cómo tranquilizar a las personas que
significaron el mundo para ti.
Los amigos que son temporales en tu vida son tan
importantes como los amigos que son permanentes. Te enseñan a valorar a
aquellos que se quedarán mucho más. Y cada recuerdo feliz, no importa si
pierdes a la persona dentro de ella, es tan valioso como los diamantes, pero
más para el alma humana.
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