Aprende a dejar ir el control

Nunca he sido el tipo de persona “monstruo del control”. En su mayor parte, tengo una naturaleza tranquila y despreocupada, y tiendo a ir con el flujo cuando la vida me lanza bolas curvas. Pero últimamente he empezado a preguntarme a dónde desapareció la parte tranquila de mí. Voy a adivinar que la mayoría de nosotros preferiría estar en control de nuestras vidas en lugar de tener a alguien que determine todo para nosotros. Esto es definitivamente cierto para mí, pero no creo que me haya dado cuenta de cuánto, el control, había jugado un papel en mi vida hasta que sentí que lo había perdido.
IMAGEN: LOVE PANKY
Me sentía ansioso y fuera de contacto conmigo mismo durante unos meses, y finalmente me di cuenta de que era porque estaba tratando de controlar las cosas que estaban 100% fuera de mi control. Yo estaba en un patrón de esperar ciertos resultados y pasar demasiado tiempo forzando las cosas a trabajar de la manera en que yo quería. También me estaba enfocando demasiado en otras personas y cómo quería que respondieran a las cosas que decía y hacía.

Me pregunté de dónde venía esta necesidad de control. Lo reduje a tres cosas: mi ego, el perfeccionismo y la falta de confianza. Parte del problema era que quería hacer feliz a otras personas. Me estaba forzando a hacer cosas porque quería una reacción específica de la gente. Yo esencialmente quería estar en control de sus reacciones. Olvidé que centrarse en mí mismo no me convierte en una persona egoísta, desagradable o indiferente, simplemente significa que no estoy forzando relaciones o dando prioridad a otras personas por encima de mis propias necesidades. Comencé a dar e cuenta de que no es mi responsabilidad cuidar de otras personas, ni de intentar cambiar a nadie.

Entonces, ¿cómo podemos dejar de querer estar en control? ¿Cómo podemos dejar de centrarnos en el resultado que queremos y en lugar de dejar que las cosas fluyan como se supone que debe ser? Aquí hay 3 consejos:

Haz una lista de las cosas que puedes controlar
Piensa en una época en la que te sentías totalmente en control de tu vida. ¿Qué estaba pasando? ¿Qué controlabas? Este es un ejercicio que realmente te ayudará a darte cuenta de que tienes poder sobre muchos aspectos de tu vida como en tu salud, tu apariencia, tu estimulación mental, productividad y bienestar emocional. Y lo más importante, puedes elegir cómo reaccionar ante situaciones. Esta es probablemente la cosa más poderosa que puedas aprender. El siguiente consejo explica cómo hacerlo.

Rompe el patrón de reacción
La forma en que reaccionamos ante situaciones conduce en última instancia a consecuencias nocivas o beneficiosas. Cuando sentimos que no tenemos control sobre algo, es probable que experimentemos ansiedad, cambios de humor y frustración. Todo esto viene de los pensamientos que tenemos sobre la situación en la que estamos. Con el fin de romper el patrón de reacción que a menudo conduce a consecuencias dañinas, podemos aprender a cambiar nuestros patrones de reacción. La próxima vez que te sientas estresado por algo que no puedes controlar, trata de relajarte, respira, identifica tus pensamientos y pregúntate el porqué de ellos; si son dañinos debes evitarlos y pensar positivo.

Escribe o recita afirmaciones
Una poderosa herramienta que puedes utilizar para ayudarte a sentirse más en control es escribir o recitar afirmaciones. Estos son los más poderosos en la mañana para conseguir que tu día comience con el pie derecho, pero también puede ser útil si estás en medio de la mini-ruptura. Aquí hay algunas ideas de afirmación:

- Estoy 100% en control de mi propia vida.
- Voy con el flujo de la vida y acepto lo que viene a mi manera.
- Concentro mi energía en lo que es más beneficioso para mí.
- Estoy seguro de mí mismo.

Y ahí tienes los consejos para tratar con el monstruo del control. Trabaja en ello y ten una vida más plena.


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