El privilegio de una vida es ser quien eres. Joseph
Campbell
¿Cuántas veces no hemos
escuchado decir que la vida es una sola y hay que vivirla al máximo? ¿Realmente
pensamos que la vida es una?… reflexionemos.
Tenemos infinidad de
oportunidades de ser cada día mejor, independientemente de nuestro entorno,
nuestra condición social, nuestra familia y nuestra ideología; todos tenemos la
misma esencia interior de potencia plena, todos tenemos el ser de amor y
espíritu puro y siempre tenemos la opción de nutrir nuestro cuerpo, mente y
espíritu.
Pero ¿qué ocurre cuando
pensamos que la vida es única, una sola y debemos vivirla como la última? ¿qué
pasa entonces con aquellos seres que nacen con ciertas limitaciones físicas,
materiales, incluso intelectuales y no pueden hacer provecho, en muchas
ocasiones, de las mismas oportunidades que tienen las personas que nacen si se
quiere más aventajadas?
Sería un poco
desesperanzador pensar que tenemos solo esta oportunidad, en desigualdad de
condiciones, de demostrar nuestra capacidad de crear, de progresar, de ser afín
con los demás seres. Realmente si miramos hondo, probablemente notemos que la
vida es eterna y continuada y cada obra sembrada representa un escalón para la
conciencia del mañana. Todo lo que pensamos y hacemos tiene un efecto, tanto en
nosotros mismos como en los demás, cada pensamiento, cada palabra, cada acción
que sale de nuestro ser, genera un vínculo y una conexión eterna con el universo
infinito y allí permanece.
El progreso es infinito, y
cada oportunidad que tenemos de tomar cuerpo en cada existencia, nos permite
avanzar en ese progreso infinito, lo hacemos a través del amor, de la capacidad
de amar, de conducir nuestras acciones en amor y respeto al otro.
No podemos pensar que
nuestras acciones buenas y malas, son hechos desvinculados de nuestro ser,
olvidados, dejados y pasados. La experiencia de hoy será la consciencia de
mañana, no en tiempo, más bien en el constante ir y venir de nuestro ser,
espíritu, luz, divinidad, que cambia de cuerpo constantemente para poder
materializar en obras todos sus pensamientos a través de la voluntad, esto
explicaría las emociones y sentimientos que tenemos hacia personas que algunas
veces ni conocemos, de allí el estar familiarizados con sitios, lugares y
espacios donde jamás hemos ido, o al menos eso pensamos.
Todo
tiene una razón de ser, una conexión y una explicación, sólo debemos tomarnos
el tiempo de mirar profundo y observar siempre aprendiendo de todo.
Saca provecho de cada
vivencia, de cada nueva oportunidad, ama tu cuerpo pues lo elegiste para dar cumplimiento
a tu trabajo en esta existencia, nutre tu ser interior, ama y déjate amar, pero
sobre todo, jamás olvides que no eres diferente a nadie más, al contrario,
todos partimos de la misma esencia y regresamos a ella. Tómate el tiempo de
recordar esto cada vez que vayas a juzgar a alguien, sus decisiones, sus actos,
los cuales muchas veces no entendemos, pero lo importante es comprender que no
nos corresponde a nosotros ser jueces de nadie más que de nosotros mismos.
Cuida
tus acciones, cuida lo que siembras para que coseches buenos frutos, saludables
y puros; respeta siempre la manera de cada quien de llevar su vida, no
pretendas cambiar a nadie, aprende a aceptar y a comprender; actúa siempre
desde el amor, esta será tu mejor garantía de asertividad; no temas hacer el
bien, no temas ayudar a quien puedas, siempre sé justiciero y generoso, dar y
recibir son aspectos distintos del mismo flujo de energía en el universo.
La mayoría de las sombras de esta vida se originan al
pararnos en nuestro propio resplandor.
Ralph Waldo Emerson
Ámate y respétate a ti
mismo, no con la consciencia de que esta vida es corta y hay que vivirla, sino
con la plena convicción de que las oportunidades para el progreso son infinitas
y cada existencia es un escalón labrado, aprovéchalo, y observa siempre en tu
semejante tu propio reflejo.
Cuando entras en esta
conciencia de quien realmente eres, lograrás conectarte con tu verdadera
autoestima. Esta autoestima es sólida e inquebrantable. En tu esencia el amor
es incondicional, a diferencia de la tasa de aprobación de tu ego, que es débil
y siempre está cambiando. Tu ego puede aprobar tus actos un día y al día
siguiente juzgar que fuiste inadecuado o que no fuiste suficiente.
A medida que dejamos de
identificarnos con las inseguridades y miedos del ego, confiamos en nuestro
propio ser, nos abrimos a la vida en respeto a nosotros mismos y a las
elecciones de los demás, reflejaremos nuestra verdadera belleza y esencia.
Eres
una expresión única de todo en la existencia, y brillas con la belleza de
millones de estrellas.
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