Uno de las conductas que
normalmente repetimos los seres humanos, es sentirnos inconformes con lo que
tenemos, inclusive con lo que somos, la mayoría de las veces no sabemos
apreciar o agradecer con lo que contamos y siempre le endosamos la felicidad y
la riqueza a un tiempo que no corresponde al presente.
La prosperidad y la
felicidad pertenecen a nuestro estado natural, pero para sentirlas debemos
reconocer algunas cosas:
La
riqueza no depende de lo que tenemos.
La verdadera riqueza no está
ligada a los ceros a la derecha de nuestra cuenta, ni a los activos, ni nuestra
capacidad de incrementar nuestro capital. La riqueza es un estado natural que
va más allá de lo material, que tiene que ver con lo que alimentamos nuestro
corazón y nuestra alma.
Todo es
transitorio.
No importa si en algún
momento las cosas no van tan bien como nos gustaría, tener que todo es
transitorio, lo bueno y lo malo, nos permite sencillamente apreciar cada
momento, aprender de él y valorarlo u observarlo mientras dure. Cada
experiencia nos dejará algo positivo si así lo queremos, pero aprendamos a
vivir las experiencias en tiempo presente.
No es
lo que nos falta lo que nos daña, sino la creencia de que nos falta.
Nos acostumbramos a ver
siempre lo que nos hace falta, aquello que no tenemos, generamos una necesidad
en nuestra mente y con ella la idea de que nuestra felicidad la alcanzaremos
cuando eso que anhelábamos se haga presente en nuestras vidas, sin embargo,
cuando llega, lo que sentimos es la alegría y la satisfacción del momento, pero
como todo, esa emoción también pasa y le volvemos a colocar a nuestra felicidad
otro nombre, pero un tiempo futuro y así vamos detrás de una zanahoria,
pensando que en ella se encierra la felicidad.
No
busques fuera lo que llevas dentro.
Nada más descabellado que se
te caigan las llaves en tu casa y salgas a buscarlas en la calle porque allí
hay más luz. Pasamos la vida buscando fuera lo que solo podemos hallar en
nuestro interior. La felicidad no depende de lo que tenemos, de lo que hacemos,
ni siquiera de lo que creemos ser. La felicidad es nuestro estado natural que
solo podemos sentirlo cuando somos conscientes de nuestra verdadera esencia.
Reconoce que no necesitas
nada para ser feliz y aprende a agradecer todas las bendiciones que forman
parte de tu vida. La verdadera riqueza nada tiene que ver con lo material.
Este articulo fue realizado gracias a rincondeltibet.com Si deseas seguir leyendo artículos de tu interés sigue explorando el sitio
Comentarios
Publicar un comentario