Por qué nunca debes cruzar las piernas…

Cruzar las piernas es una actitud muy común que las personas adoptan al sentarse; Muchos de nosotros lo hacemos automáticamente. Esta posición es elegante y sexy, y a menudo asociada con ser "femenino". Nos hemos acostumbrado a cruzar las piernas sin pensar, pero no muchos de nosotros sabemos que puede tener algunas consecuencias serias para nuestra salud y nuestros cuerpos. Hemos decidido compartir una valiosa información sobre esta postura contigo, para que estés bien informado y sepas cómo prevenir los problemas de circulación con un simple movimiento.
IMAGEN: PSYCHMECHANICS
Aunque para muchas personas esta posición es muy atractiva, esto es lo que le puede pasar a tu cuerpo si pasas demasiado tiempo con una rodilla cruzada sobre la otra:

El mantenimiento de una postura particular durante horas puede conducir a una condición llamada parálisis o parálisis del nervio peroneo. Esto también puede suceder si te sientas en la misma posición durante períodos prolongados de tiempo. Resulta que la posición que es más probable que cause la parálisis del nervio peroneo es la posición de las piernas cruzadas.

En 2010, varios estudios demostraron que cuando te sientas durante mucho tiempo con las piernas cruzadas, la presión arterial en tu cuerpo aumenta. Incluso si no tienes ningún problema con tu presión arterial, evitar sentarte en esta posición puede ayudarle a vivir una vida más sana y prevenir más trastornos circulatorios.



Una de las razones de esto es que cuando pones una rodilla sobre la otra, envías sangre de las piernas hasta el pecho, dando por resultado una mayor cantidad de sangre que es bombeada fuera del corazón, que a su vez aumenta tu presión arterial. Otra posible explicación es que la presión arterial aumenta porque el ejercicio isométrico de los músculos de las piernas (ejercicio cuando las articulaciones no se mueven y los músculos no cambian de longitud) aumenta la resistencia al flujo sanguíneo. Es por eso que cruzar las piernas en los tobillos no tiene el mismo efecto que cuando se cruza una pierna sobre la otra.

Esta posición también puede conducir a un desequilibrio pélvico. El cruce prolongado de piernas hace que el músculo interno del muslo sea más corto y el músculo externo del muslo más largo, y pone tus articulaciones en riesgo de moverse fuera de lugar.

El hábito de sentarse con las piernas cruzadas aumenta tus posibilidades de desarrollar 'venas de araña'. Aunque el mayor factor que contribuye a las venas varicosas son tus genes, el cruce frecuente de las piernas puede conducir a la inflamación de las venas comprimidas. Hay pequeñas válvulas en los vasos sanguíneos, que impiden que la sangre fluya en la dirección equivocada. Cuando se cruzan las piernas, la presión sobre tus venas aumenta e impide tu flujo sanguíneo, causando que los vasos se estrechen y se debiliten y permitan el flujo posterior de sangre. Esto puede causar la acumulación de sangre en las piernas y hacer que tus venas se hinchen.

Por último, un estudio encontró que sentarse con las piernas cruzadas por más de tres horas al día puede resultar en una persona que desarrolla una postura encorvada, dolores de espalda y cuello, e incomodidad en sus caderas.

Ahora que te proporcionamos algo de comida para el pensamiento, podrías considerar abandonar el hábito por completo, para evitar los riesgos de salud a corto y largo plazo.


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