Aquellos eran los días en que las horas eran como minutos,
y los minutos eran como segundos. Los días, donde no podemos vivir sin el
contacto del otro. Momentos en que pensé que todo lo que necesitaba en esta
vida eras tú.
IMAGEN: DEVIANART |
Recordé cuando me preguntaste si podía ser tu novia de la
manera más sincera en la que podría pensar. No hay necesidad de rosas o globos
porque ya eres suficiente.
Eras tú, siempre. Estabas en mi mente, mi corazón y mi vida
de una manera que nadie me puede quitar.
Las palabras heridas de la gente eran como piedras
arrojadas a mí. No puedo entender por qué no te quieren por mí. No puedo
aceptar oír esas palabras de la gente que pensé que me apoyaría. Significaste
todo para mí y que nunca lo entenderán.
Esas palabras dejaron heridas, pero fueron sanadas por ti.
Me curaste, de una manera que nunca pensé que pudieras. Hemos pasado días,
meses y años juntos pensando que juntos los podríamos todo.
Hasta que empezaste a desmoronarte mientras yo estaba
luchando para que no te quebraras. Pensé que era sólo una fase en la que tenía
que probar que una angustia no es suficiente para alejarme de ti. Pensé que era
sólo una fase, algo que pasaría, pero nunca lo hizo.
La mirada de tus ojos cambió. Tus abrazos empezaron a
carecer de calidez, me sostuviste como si no quisieras. Me estaba deslizando
lejos de ti. De una manera que querías.
Decías "te amo" sólo porque eso quería escuchar. Comenzaste
a sentirte menos emocionado por verme, y las fechas importantes ni siquiera
importaban más. Desde visitas sorpresa y largos mensajes hasta llamadas no
devueltas y aniversarios no preparados.
Sentí que ya no era yo y me gustaría que me lo hubieras
dicho. Prefiero tratar con la verdad que ser apuñalada por una mentira.
Prefiero que me digas que ella te hace feliz que me digas que me refiero al
mundo para ti, incluso cuando ambos sabemos que ya no.
Sabía que tenía que dejarte ir no porque no te amara, sino
porque tenía que hacerlo. Dejarte libre era una verdad incalculable cuando no
me querías.
Escrito por Kevin Guanilo de Hoy Aprendí.
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