Muchas personas tienen en
mente que las oportunidades llegan sin hacer esfuerzo alguno, pero resulta que
están dejando de considerar que los esfuerzos muchas veces no son evidentes,
sin embargo están allí.
Cuando una persona tiene en
su mente de manera predominante hacia donde quiere dirigirse, el universo
parece conspirar para que a su paso se le presenten las oportunidades de
acercarse a donde quieren.
Las oportunidades se generan,
desde nuestro pensamiento, hasta las acciones que van alineadas con esos
pensamientos, nuestros planes estratégicos, operativos y tácticos, que van
desde a dónde nos vemos a un largo plazo y dónde queremos ubicarnos, hasta los
pequeños pasos que tendremos que dar día a día para alcanzar lo que queremos.
Evidentemente cosas
sorpresivas nos puede ocurrir, pero no tiene que ver con una casualidad,
sencillamente nuestra vida se alinea y se genera una realidad asociada.
Cuando deseamos encontrar el
amor, no es que salimos con un cartel en la cabeza que así lo demuestre, pero
debemos enfocarnos, sin preocuparnos o sentirnos ansiosos, en lo que queremos,
abriéndonos a la energía del amor, pensando que la persona ideal para nosotros
está disponible para nosotros, lista para coincidir. Nos alejamos de pautas
mentales que nos limiten al respecto y nos damos la oportunidad de seguir las
señales que nos dirijan hacia lo que queremos en nuestra vida.
Si queremos aumentar
nuestros ingresos, debemos comenzar por pensar que es posible, que contamos con
todos los recursos y herramientas para lograrlo, dando por sentado que la
prosperidad forma parte de nuestra naturaleza, a partir de allí consideramos lo
que nos gusta, nos apasiona, que por lo general allí se encuentra la mayor
fuente que podemos explotar, porque cuando hacemos lo que amamos, el éxito
viene de la mano y con él, los beneficios que representa.
Hacer las cosas con fe, con
convicción, con la mejor actitud, dejando atrás las quejas, los miedos y las
excusas, nos acercamos a lo que queremos. Siempre debemos generar acción, no
quedarnos paralizados esperando que algo ocurra, nuestros pensamientos son los
primeros que deben moverse y hacerlo a nuestro favor.
Preguntémonos a diario, esto
que hago me acerca o me aleja de lo que quiero a futuro en la vida, lo disfruto
o me desagrada, vale la pena la inversión de mi tiempo en esto, tengo
posibilidades siguiendo esta ruta de llegar a donde quiero estar, preguntémonos
si estamos dando lo mejor de nosotros o estamos actuando por inercia, de manera
mediocre, preguntémonos cuántas opciones hemos explorado y tratemos de generar
al menos una idea diaria de cómo alinearnos con lo queremos.
La vida es un suspiro, no la
desperdiciemos, esperando que aquello con lo que soñamos nos caiga del cielo.
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