La infidelidad es en definitiva una de las peores cosas
que le puede ocurrir a una relación de pareja que tenga intenciones de
prosperar en el tiempo, la vivencia de la misma representa el ducto de drenaje
por la que un vínculo puede desaparecer.
Las infidelidades nunca ocurren por casualidad
Existen muchos factores que propician una infidelidad que
no surge de la nada:
Predisposición a ser infiel: Existen personas que por
creencias, crianzas y hábitos, se encuentran prácticamente imposibilitados para
respetar una relación amorosa y reiterativamente buscan la manera de generar
ocasiones en las cuales puedan engañar a sus parejas.
Este tipo de personas no
poseen disposición para llevar relaciones con una única persona y puede
resultar un trágico camino decidir considerarlas como parejas.
Insatisfacción permanente: Existen quienes se
caracterizan por ser altamente críticos con sus parejas, por exteriorizar su
inconformidad y por manifestar sus carencias permanentes en cuanto a la
relación. Este tipo de personas nunca se sienten satisfechos y siempre están
buscando algo más, sin detectar que no tiene nada que ver con el mundo exterior
sino con algo en su interior que solo ellas pueden revisar.
Problemas de pareja: Ésta es una de las mejores excusas
para fallar en una relación, justificar la infidelidad por los problemas que se
presentan, es una característica de las personas con un locus de control
externo, en donde todo el mundo exterior es responsable de lo que les ocurre,
no son capaces de afrontar los problemas de la relación y terminan por
complicarse aún más cometiendo acciones infieles.
Relaciones a distancia: Se necesita un nivel de
compromiso elevado para llevar una relación donde las personas se encuentran
separadas físicamente y no tienen la posibilidad de establecer contactos de
forma regular, periódica o sencillamente satisfactoria. En estos casos es
prioritario ser honestos para determinar qué tipo de acuerdos pueden ser
viables o si en definitiva no resulta conveniente mantener el vínculo.
Confianza perdida
Lo más dramático de una infidelidad descubierta es
trabajar en la confianza perdida, es muy difícil reconstruir este pilar y
requerirá mucho esfuerzo, paciencia y sobre todo tiempo para que las fracturas
en definitiva solden.
Lo mejor para no pasar por este amargo tránsito es un
tratamiento preventivo, las oportunidades de ser infiel son infinitas, siempre
habrá alguien que nos llame la atención, siempre habrá alguien que nos pretenda
a sabiendas de que estamos con otra persona. Está en cada quien establecer los
límites necesarios para manejar la situación. Tendremos muchas puertas en
frente y solo nosotros tenemos la potestad de abrirlas.
Ni siquiera los celos de la pareja pueden evitar una
situación de infidelidad, así que esto es una pérdida de tiempo y de energía.
La infidelidad es solo responsabilidad de quien la ejecuta. La confianza es
aquella que nos tranquiliza al pensar que nuestra pareja actuará en pro de lo
que considere sano para la relación, los celos no harán que algo diferente
ocurra.
Dependerá de los acuerdos de tu relación, pero si entre
ellos está la fidelidad, el compromiso y el respeto por tu pareja y has sido
víctima de una infidelidad, debes considerar el amor por ti mismo como
prioritario. El amor no se mendiga, ni el respeto es negociable, así que evalúa
hasta qué punto es factible para ti una reconstrucción, perdonar y seguir
adelante o si por el contrario prefieres cerrar el ciclo con esa persona. Toma
la decisión que más haga feliz a tu corazón.
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