El Efecto Pigmalión, no hagas que tus hijos vivan de tus expectativas…


¿Y si nuestra percepción y expectativas fueran, en gran parte, responsables de las actitudes y conductas de los demás? Al parecer, a este fenómeno se le conoce como “El efecto Pigmalión”. Las expectativas y las etiquetas que proyectamos sobre un niño pueden determinar su comportamiento y personalidad. Este efecto se estudió específicamente en las aulas, dentro de un estudio académico pero se puede extrapolar a cualquier situación cotidiana.
"Las mejores cosas de la vida son inesperadas porque no había expectativas".
 Eli Khamarov

Ocurre que sin darnos cuenta, estamos preparando a nuestros hijos para una sociedad y para un mundo, en el cual vivimos a merced de las expectativas de los demás, por ejemplo en un caso muy simple, una profesora en un aula de clases hace una comparación inofensiva sobre un niño que obtiene altas puntuaciones y los que no, sin darse cuenta, ya generado una expectativa tanto en el alumno de notas altas, como en el alumno que no las tiene y esto comienza a desencadenar una serie de acciones que no siempre derivan en el mejor de los casos, pues además de generar una angustia en el alumno de notas altas, comienza a abrir un abismo en la autoestima del niño que mantiene la puntuación más baja.
"Espera lo mejor, planea para lo peor y prepárate para sorprenderte".
 Denis Waitley

Este es un ejemplo sencillo pero frecuente, pues sin darnos cuenta no pasa únicamente en la escuela, lo hacemos además a diario, en los hogares, con nuestros hijos, con nuestros propios familiares, en nuestro entorno de trabajo, incluso con nuestra propia pareja, vivimos a merced de las expectativas de los demás y de nuestras propias expectativas hacia las cosas.

A pesar de que en muchas ocasiones pensemos que no le estamos diciendo nuestros pensamientos o nuestra opinión sobre ellos, tu hijo es capaz de notarlo por cómo te comportas de forma inconsciente con ello, muchas veces el contacto visual, y la manera de dirigirte a él revelan más de ti que lo que dices. La forma de transmitir esas expectativas tiene que ver con el comportamiento y la forma diferente de tratar los demás.
"La paz comienza cuando terminan las expectativas".
 Sri Chinmoy.

Lo importante de este tema es que puedes usar el efecto pigmalión con tus hijos a tu favor creando un ambiente motivador en la cual el niño pueda sentir la seguridad de sus propias habilidades y capacidades y no enfocarse en aquellas capacidades que no ha desarrollado unas cosas para las cuales tiene menos habilidad.
No se trata de engañar al niño o de mentirle sobre cosas que no puede hacer sino de motivarles y de incentivarlo en aquellas capacidades y destrezas que tiene el niño si nosotros creemos en el será más fácil para el creer en sí mismo y esto le ayudará a ser mejor en lugar de mantener una angustia permanente por no cumplir nuestras propias expectativas.

Utiliza tu influencia en el bienestar de tus hijos y en la creación de sus propios ideales.


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