Desarrollando la autoestima de tu hijo

A veces es fácil notar cuando los niños parecen sentirse bien consigo mismos y cuando no lo hacen. A menudo describimos esta idea de sentirse bien con uno mismo como "autoestima".
IMAGEN: PHIL BLACK
Los niños que tienen una autoestima saludable tienden a:

- Sentirse valorados y aceptados
- Sentirse confiados de que pueden hacer lo que se espera
- Sentirse orgullosos de un trabajo bien hecho
- Pensar cosas buenas de sí mismos
- Sentirse preparados para los desafíos cotidianos

Los niños con baja autoestima a menudo:

- Se sienten autocríticos y son duros consigo mismos
- Se sienten inseguros, o no tan buenos como otros niños
- Se centran en sus fallas en lugar de en sus éxitos
- Sufren de falta de confianza
- Dudan de su capacidad para hacer bien las cosas

¿Por qué es tan importante la autoestima?
Cuando los niños se sienten bien consigo mismos, están encaminados hacia el éxito - en todo, desde la escuela hasta las amistades. Los sentimientos positivos como la auto-aceptación o la confianza en sí mismos ayudan a los niños a intentar nuevos desafíos, a lidiar con los errores e intentarlo de nuevo. Tomar orgullo de sus habilidades y logros ayuda a los niños a hacer todo lo posible.

Por el contrario, los niños con baja autoestima pueden sentirse inseguros de sí mismos. Si piensan que otros no los aceptarán, no pueden participar tan a menudo. Pueden permitirse ser tratados mal y tener dificultades para defenderse. Estos niños tienden a renunciar fácilmente o ser incapaces de recuperarse de los errores.
Tener baja autoestima puede bloquear el éxito. Puede dejar a los niños distraídos por el estrés de cómo lidiar con los desafíos cotidianos.

¿Cómo se desarrolla la autoestima?
Contrariamente a lo que algunos podrían pensar, la autoestima no viene diciendo a los niños que son maravillosos, especiales y grandes (aunque lo son). Dar a cada niño un trofeo no ayuda a la autoestima de los niños. De hecho, es posible que los niños se sientan bien consigo mismos, incluso cuando fracasan.

Cuando los niños compiten - ganan o pierden - ven que su propio trabajo y práctica pueden marcar la diferencia. Ganar un premio contribuye a la autoestima sólo cuando un niño sabe que él o ella lo ganó. La autoestima es el resultado de experiencias que ayudan al niño a sentirse capaz, eficaz y aceptado. Cuando los niños aprenden a hacer cosas por sí mismos y se sienten orgullosos de lo que pueden hacer, se sienten capaces.

Los niños se sienten eficaces cuando ven que las cosas buenas provienen de esfuerzos como acercarse a una meta o progresar. Por ejemplo, los niños que participan en un proyecto de servicio se sienten bien consigo mismos cuando ven que sus acciones son importantes. Cuando los niños se sienten aceptados y comprendidos por un padre o alguien cercano, es probable que se acepten a sí mismos también. Sus buenos sentimientos sobre sí mismos se multiplican a medida que los padres elogian buenos comportamientos, ayudan cuando son necesarios y dan ánimo y apoyo.

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