Cómo dejar ir y perdonar

Hay muchas situaciones en la vida donde una persona te lastima tanto que parece imposible olvidar, y mucho menos perdonar, lo que esta persona te ha hecho.
IMAGEN: ART OF HOLINESS
A medida que pasa el tiempo, acumulas una variedad de personas en tu "lista" de personas que te han hecho daño. Ya sean aquellos que te dejan para siempre, otros que te hacen daño físicamente, te robaron o explotaron, te mintieron o mostraron cualquier otra conducta hiriente que uno pueda pensar. Con cada persona que se une a esta "lista" llevas otra dolorosa carga sobre tus hombros. Básicamente, comienzas a torturarte por el comportamiento de otros en los que no puedes ni influir ni cambiar. Te duele profundamente repensar la situación una y otra vez, imaginando lo que tu vida habría resultado si no te hubiera pasado eso.

Por desgracia, lo que sucedió no se puede deshacer. Nadie es capaz de limpiar la pizarra (figurativamente hablando). Sin embargo, tú tienes la posibilidad muy poderosa de perdonar y dejar ir el lastre que llevas en tus hombros.

Cómo dejar ir y perdonar
El perdón es el paso más importante hacia la curación. También te permitirá dejar ir la ira y la agitación interna que sientes dentro. Aún más importante, te ayuda a dejar ir el dolor.
Pero ¿cómo perdonar? ¿Cómo perdonas a alguien que te hizo tanto daño, a una persona que tomó todo lo que querías? ¿Y por qué debes perdonar en primer lugar?
La respuesta simple es: porque es necesario para tu sanación.

Hay dos alternativas al perdón. Uno es vengarse y el otro es seguir llevando la ira y el odio contigo durante varios años o el resto de tu vida. Ambas opciones no te liberarán del dolor, no te permitirán dejar ir. Al tomar venganza, uno podría notar un alivio a corto plazo del dolor, pero al final te darás cuenta de que no contribuyó en absoluto al proceso de dejar ir. El vengador no se siente mejor en absoluto, pero hay la percepción de que él o ella se ha inclinado al nivel del agresor. Por otro lado, llevar la carga contigo lo único que hace es segur lastimándote.

Tómate tu tiempo
Nadie te está presionando para que perdones. Tómate todo el tiempo que necesites para curar heridas (emocionales). Es natural que no puedas perdonar una semana, un mes o incluso un año después de lo que sucedió. Mientras el dolor todavía pueda sentirse y el recuerdo del incidente siga vivo, pensar en el perdón podría no ser la opción correcta para tu curación.



Desarrolla la aceptación
La aceptación es la base para el perdón. La aceptación significa que estás listo para reconocer que ni tú ni nadie más puede borrar lo que ya sucedió. Es la realización de que no puedes cambiar el pasado, pero que siempre tienes la oportunidad de sacar lo mejor de tu situación desde ahora.

Darse cuenta de los inconvenientes de no perdonar
Una vez más, las personas tienen una relación problemática con el perdón, ya que creen que el perdón sólo beneficia al agresor. Sin embargo, esto no es verdad, ya que el perdón, en primer lugar, te libera a ti.

Además, no tienes nada que perder perdonando los errores de los demás. Sólo puedes ganar, en particular tu libertad.

Por último: perdona
Perdona y libérate del dolor. Te tomará mucho valor y fuerza hacerlo, pero serás recompensado con la libertad de vivir tu vida sin la carga que se te puso en el hombro y sin el dolor que creó.


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