Todo concierto requiere un
orden para mantener la armonía, lo mismo ocurre en el concierto de la vida, la
virtud del orden nos permite mantener la mente clara y la actitud activa ante
todo lo que nos toca vivir y asumir.
Todos le comprendemos y somos
conscientes de que el orden no es una manía
que nos cohíbe sino un
valor que mejora las personas.
Este orden, conlleva
necesariamente a establecer prioridades en la vida, pues en su ausencia, el
caos se hace presente y son muchos los espacios y escenarios en los que nos
toca actuar en la vida, la vida espiritual que es el mejor patrimonio que
puedes dejar a tu familia y a la sociedad.
el matrimonio, los hijos, el
trabajo, la familia, los amigos, las relaciones sociales, salud, descanso,
cultura, formación y todo aquello que solemos involucrar en nuestra vida
cotidiana.
Hay que moverse por prioridades, ese es el secreto del
dominio del tiempo. Robin Sharma
Para respetar ese orden
mental es preciso tenerlo bien entendido y asimilado y un esfuerzo constante de
la voluntad para respetarlo, para mantener esa quietud y esa claridad mental
necesaria para tomar decisiones acertadas y vivir una vida más sana y
equilibrada.
La primera consecuencia
práctica y real de ese orden mental va a ser el horario de cada día, que estará
marcado por las prioridades marcadas, tener un horario nos consigue un
aprovechamiento del tiempo, nos permite sacarle más horas al día. Vivir con un horario
no nos ata, al revés, nos abre las puertas a una gran variedad de actividades
diversas.
Nunca
hagas a alguien tu prioridad cuando para ellos eres sólo una opción. Maya
Angelou
De la misma manera, el orden
material, que las cosas
estén cada una en su sitio, nos da la tranquilidad de encontrar todo siempre,
en lugar de como pasa a algunas personas, que tienen que dedicarse a buscar algo que han perdido u olvidado, lo
que genera insatisfacción, inseguridad y mal humor, además de pérdida de
tiempo.
El orden hace habitable el
hogar, que cada uno tenga su lugar en condiciones, permite la armonía en el
funcionamiento de cada parte de la casa.
También el orden nos lleva a
concentrarnos en lo que estamos haciendo, no pretendiendo hacer varias cosas al
mismo tiempo, que, generalmente, es no terminar ninguna. Es mucho más eficiente
terminar una cosa e iniciar la siguiente.
Cada
día más, se vé que en cuestión de colores siempre hay prioridades. Eteves R.
Con la
virtud del orden nos respetamos a nosotros mismos y a los
demás, atendemos los compromisos, disfrutamos de aquello que queremos disfrutar
y podemos tomar la previsión de no acercarnos demasiado a lo que queremos
mantener lejos, mantener las prioridades claras en tu vida, no dará cabida a
los arrepentimientos y a las frustraciones, producto en su mayoría, de esos
caminos deseados y no recorridos…
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