Nada que perturbe más
nuestra tranquilidad de bombardearnos con todo tipo de pensamientos asociados a
aquello que no está a nuestro alcance cambiar. Nuestra aceptación no es nuestro
fuerte cuando el ego, que lo quiere controlar todo toma el poder, nos inquieta
presentando ante nosotros todo lo negativo de una situación, nos atormenta con
la idea de sus catastróficas consecuencias y nos tortura con todo lo que pudimos
haber hecho de manera diferente para obtener otros resultados.
No hay ningún motivo para castigarte por no haberlo
hecho mejor. Lo hiciste todo tan bien como pudiste. Libera el pasado con amor y
agradécele que te haya conducido a este nuevo conocimiento. Louise L.
Esto es lo que debemos hacer
antes de sentir culpa, antes de generar en nuestro interior, agentes dañinos,
buscando vengarnos de nosotros mismos. Reconocer
que hicimos lo mejor que pudimos con los recursos que tuvimos en un momento
determinado. Sí, puede resultar duro afrontar las consecuencias de
nuestros actos, pero es parte del aprendizaje y mientras más nobles seamos con
nosotros mismos, mejor aprovecharemos cada experiencia.
Si es algo que tiene que ver
con otra persona, o sencillamente no tenemos alcance a generar cambios, también
debemos practicar la aceptación, entender que no todo lo podemos manejar y que
las acciones de los demás son su responsabilidad y debemos respetarlas.
La
aceptación debe ir de la mano con el perdón, con el dejar ir, todo aquello que
nos haga mal, cualquier cosa que nos limite. Es
fácil reconocer qué debemos dejar ir haciendo uso de nuestras emociones, que
nos son otra cosa que cómo reaccionamos a lo que pensamos. Si nos sentimos
tristes, asustados, paralizados, furiosos o en cualquier otro estado que no
esté acorde a nuestro bienestar, allí hay algo que debemos sanar, indagamos en
nuestros pensamientos y revisamos su origen, le restamos validez si podemos,
los aceptamos, pero no nos enganchamos a ellos y procuramos cambiar la
perspectiva.
Acepta. No es resignación, pero nada te hace perder
más energía que el resistir y pelear contra una situación que no puedes
cambiar. Dalai lama.
Aprende
a mirar el futuro con esperanza, sabiendo que tienes muchos más recursos y
aprendizaje para transitarlo, vive el ahora con amor, cada segundo es un regalo
y es un milagro. Si aprendes a ver la vida con una actitud
positiva, rescatando lo bueno de cada situación, cada vez estarás más cerca de
ser feliz a pesar de las circunstancias, del pasado y de lo que podría resultar
el futuro.
Este articulo fue realizado gracias a rincondeltibet.com Si deseas seguir leyendo artículos de tu interés sigue explorando el sitio
Comentarios
Publicar un comentario