De alguna manera la sabiduría popular femenina a veces se
aúna lejos de mitos, bulos o estigmas, sino que consigue rescatar a través de
una serie de conversaciones y convivencias sinceras lo que nos parece común a
todas.
Esta comunalidad de vivencias, anhelos y frustraciones
parecen estar a años luz de lo que vemos reflejado en nuestra representación
social, y eso a las mujeres nos hace sentir aisladas, apenadas y frustradas.
Por ello, me gustaría que las niñas de esta generación, nuestro futuro,
supieran algunas cosas que JAMÁS estarán claras ni accesibles para ellas.
Porque la
visibilidad y accesibilidad de las verdaderas vivencias es el poder y no
idealización, a veces estos conocimientos se fijan con fuerza en la memoria.
Las mujeres que cambian el mundo no pretenden aparecer en
la lista de “la mejor vestida”
No, no estoy diciendo que tener un proyecto vital
relevante sea incompatible con ir bien vestida. Si algo se pretende con el
feminismo es que la mujer sea libre para elegir la ropa que quiera.
Lo que me gustaría que supieran las niñas de esta
generación es que las mujeres que consiguen logros importantes y relevantes no
tienen como preocupación principal aparecer en la lista de “mejores vestidas”.
Cerraréis los ojos pensando en ocasiones que la moda y estética es una
pesadilla, pero no tiene por qué ser así. Diviértete, juega y coquetea con la
estética y la moda como te dé la gana, pero no asumas la idea de que eres la
muñeca de otro para ser expuesta.
Para conocer mujeres que te han dado derechos y libertad,
vas a tener que investigar muy a fondo
Lo siento pequeña. Y no te lo digo con paternalismo ni
con aires de madre sabelotodo. Los siento, pero muy posiblemente no te estén
enseñando en el colegio ni una mínima parte de la historia y la obra de mujeres
que hoy hacen que podamos vivir, solo vivir como lo hacemos.
No te explicarán tampoco cuál ha sido el proceso para
hacerlo y por qué en otros lugares los derechos de las mujeres han sido
restringidos. No te lo explicarán, e incluso en algunos centros te lo ocultarán
o te harán creer que son derechos “dados” u “otorgados” a las mujeres por otros
hombres o por mujeres que les “acompañaban” en el poder.
Nunca te hablarán de que las construcciones sociales de
género son estrategias para eliminar a la mitad de la población del tablero de
decisiones, alegando causas muy poderosas como diferencias “insalvables” -por
ser biológicas- entre los dos sexos. Además, te ocultarán las revoluciones
hechas por la mujer y la conquista de derechos. Te ocultarán nombres y
apellidos. Investiga sobre ellas y sobre las mujeres de todas las condiciones
que las acompañaron. Investiga. Cuanto más oculto, más poder contiene para ti
como mujer.
Señores que opinarán sobre tu salud reproductiva y sexual
Señores con abalorios y sombreros extraños muy
frecuentemente opinarán sobre qué debes hacer y cómo te debes de sentir
respecto a tu sexualidad y a la reproducción. Antes de considerar cualquiera de
sus ideas, investiga.
En el recorrido de una mujer por el mundo pasarán cosas
extravagantes, ridículas y también perversas. Esta es de las peores. Conforme
crezcas, muchos hombres, acompañados en ocasiones por otras mujeres “de bien”,
te dictarán cómo debes usar tu aparato reproductor de manera correcta, como si
fuera el programa de un ordenador. De él no conocen nada, no lo tienen y ni tan
siquiera pueden imaginar lo que es para ciertas mujeres tenerlo.
Indiferencia y suspiros serán tus mejores aliados para
poder ir aguantando tal “chaparrón” de ideas y recomendaciones que nunca
pediste.
Ser madre es una opción, no una obligación
La maternidad es una forma de conexión con el mundo
externo y no hablamos de conexiones cósmicas o espirituales que pueda sentir
cada una. La maternidad nos conecta con la naturaleza y nuestro cuerpo, desafía
nuestra conciencia humana y racional mezclada con puros instintos.
La maternidad también es una forma de mostrar feminidad.
Piensa que la fertilidad siempre ha resultado un atributo femenino asociado a
la sensualidad, Además, engloba aspectos diferenciales respecto al hombre a la
forma en la que la fertilidad la define “lo femenino” por determinados hechos
biológicos, como el embarazo, el parto o lactancia.
Todo esto no solo es una forma de conexión natural y
definición sexual. Vista desde otra perspectiva, la maternidad es una forma de
ofrecer al estado nuevos ciudadanos y de querer contribuir a la crianza en
algún proyecto patriótico de gran envergadura (aunque no seamos informadas de
él).
Pero no, piensa que la maternidad es solo una forma de
conectarte a estas redes, no la única. Solo es una opción más que te da tu
sistema reproductivo. Tu útero no es del estado ni de ninguna religión, es tu
cuerpo unido a una conciencia que decide si quiere vivir esa experiencia o no.
El feminismo no es incompatible la idea de amor romántico
El feminismo no es incompatible con el amor romántico.
Solo te explica los límites de este, la variedad y tipos de romanticismo, las
riquezas en el amor y el sexo, la posibilidad de disfrutar y de hacer
disfrutar.
Ser romántico/a no tienen nada que ver con la dominación.
Se puede “galantear” sin infantilizar y se puede amar sin “marcar territorio”,
acosar y controlar. Todo esto es un drama sin sentido, una lucha de egos donde
siempre hay perdedores y no amantes. Una limitación de nuestros sentidos e
imaginación como consecuencia de una burda separación que restringe nuestras
potencialidades.
Transforma los insultos en femenino al masculino para
apoderarte de ellos
Uno de los recursos más efectivos del patriarcado es
histerizarte, llamarte loca. Ridiculizarte o utilizar cualquier adjetivo
despectivo que ha servido a lo largo de la historia para estigmatizar la lucha
de una mujer y silenciarla, premiando en cambio la actitudes sumisas y
complacientes con lo que dicta el poder establecido.
Transforma los insultos en femenino por palabras en
masculino. Te darás cuenta de que atributos buenos en un género son utilizados
para reírse del otro. Si zorro esta asociado con astucia, ¿con qué está
asociado “zorra”?
Las competiciones entre mujeres debilitan su mensaje
Eso de que la vida es muy corta o larga es cuestión de
perspectivas y también de alianzas. Un día puede ser que no soportes a una
mujer por algún hecho concreto y personal, pero no te olvides que ambas estáis
en una situación de desventaja estructural. De esta manera es aconsejable tejer
redes fuertes, salvando diferencias estéticas e ideológicas, y conseguir
separar la lucha colectiva de las diferencias personales.
Todas acabamos viviendo lo mismo. Si los hombres han
aprendido a separar luchas y subdividir apartados en su vida personal y laboral
nosotras también podemos hacerlo. Solo es atreverse y automatizarlo. Sin más.
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