¿Has visto cómo algunas personas terminan convirtiéndose en
personas deprimidas durante tiempos difíciles mientras que otros se recuperan
maravillosamente? La diferencia es la resistencia. Resiliencia es la capacidad de recuperarse después de una
gran adversidad o tragedia. Todos experimentamos dolor. El dolor puede provenir
de la pérdida de un ser querido, un período de enfermedad, conflictos
personales o fracasos empresariales o cualquier otro tipo de trauma.
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IMAGEN: GUERNSEY |
En nuestro
intento de disminuir el dolor, a veces optamos por comportamientos insalubres.
Elegimos simpatizarnos o envidiar a otros. Eso es lo poderoso que puede ser una actitud de
resiliencia. Así que, veamos siete cosas que las personas altamente resilientes
no hacen:
No se sienten tímidos al pedir información o ayuda
La investigación ha demostrado que tener un apoyo social es
una ventaja innumerable en tiempos difíciles. En lugar de enfrentarlo solo, es
fácil hacer frente a un fracaso o retroceso cuando tenemos el apoyo de nuestros
compañeros, comunidad o familia. Desafortunadamente, la gente se aísla y se
encierra durante los malos tiempos. Es totalmente contra-intuitivo a la
recuperación. Las personas resistentes no tienen miedo de pedir ayuda o de ser
un poco vulnerables.
No pierden energía en cosas que no pueden controlar
La vida de cada uno tiene ciertos aspectos que están fuera
de control. La gente resistente acepta este hecho inevitable en vez de perder
el tiempo y la energía en las cosas que están fuera de su control. No podemos
cambiar o controlar lo que nos ha pasado. El pasado es inmutable. En lugar de
reflexionar sobre ella, las personas resilientes se centran en cómo avanzar.
No intentan adormecer el dolor
De alguna manera, las personas resilientes tienen una mejor
resistencia al dolor. Ellos eligen aprender una lección del incidente en vez de
dejar que la situación los haga sentir desesperados. Esforzarse para evitar un
momento doloroso o fingir que no existe no es una buena idea. Creamos más
sufrimiento al no aceptar la realidad.
No permiten que una tragedia los paraliza
Tragedias y situaciones dolorosas le suceden a casi todas
las personas. Durante esos momentos, es natural sentirse abatido y estar
molesto. Incluso las personas muy resistentes enfrentan estas situaciones, pero
no se dejan atrapar en esa negatividad por períodos más largos. Buscan maneras
de salir de la situación y avanzar.
No se culpan a sí mismos
Los tiempos difíciles a veces destruyen la autoestima de la
gente. Muchos van culpándose por casi todo lo que les pasa. Este es un gran
desafío. A veces puedes ser responsable de un fracaso, otras veces no puedes
tener nada de culpa. La gente resistente entiende la diferencia entre la culpa
y la responsabilidad. Ellos toman la responsabilidad de sus acciones, pero no
pierden su tiempo en culpar a sí mismos.
No se revuelcan en la autocompasión
La autocompasión es una mentalidad destructiva. Vivir en
eventos negativos y sentirse demasiado arrepentido por uno mismo es el camino
más seguro hacia la miseria. Mientras que está totalmente bien llorar nuestros
corazones hacia fuera, sentir perdido y perdido, pero debes poder sacudirlo
apagado en un punto y moverse adelante. Las personas resistentes no permiten
que la autocompasión entre en sus vidas. Asumen la responsabilidad de su propio
bienestar y avanzan.
Escrito por Paola Céspedes de Hoy Aprendí.
Excelente información , todos somos capaces de adaptarnos y sobreponernos , la resiliencia es comparada con un resorte, cuando tiene un peso por encima se encoge pero cuando se libera vuelve a su estado natural, debemos ser un "resorte"
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