Contrariamente a la creencia popular, no existe tal cosa
como una relación perfecta. La verdad es que cada pareja discrepa, argumenta y
se enfrenta a desafíos. A veces esto ocurre más a menudo de lo que queremos.
Pero una relación que tiene desacuerdos regulares no es necesariamente
insalubre. Es cómo se manejan los desafíos que determinan la salud y la
sostenibilidad de una relación.
IMAGEN: MAGIC4WALLS |
Dicho esto, si decidimos centrarnos en lo que las parejas
realmente felices están haciendo bien, podría ser más útil centrarse en los
comportamientos que las parejas saludables, tal vez no nunca, pero rara vez lo
hacen. Aquí hay cinco cosas que las parejas felices y saludables rara vez hacen
y cómo puedes evitarlas también.
Reaccionar defensivamente
Todos estamos conectados para protegernos a nosotros
mismos, así que la mayoría de nosotros nos ponemos a la defensiva muchas veces.
Pero si encuentras que tú o tu pareja están siempre a la defensiva, puede ser
profundamente perjudicial para la relación. Al ponerte a la defensiva estás diciendo, en efecto, que el
problema no eres tú, sino tu pareja Como resultado, el problema no se resuelve
y el conflicto aumenta aún más.
Si te sientes a ti mismo a la defensiva, trata de
ver si puedes simplemente reconocerlo, y trabajar a través del conflicto tan
honesta y generosamente como sea posible. Si tu pareja te está dando una crítica
que te está haciendo sentirte a la defensiva, ¿puedes expresar por qué? Cuanto
más podamos entender este impulso autoprotector, podemos aprender a
desmantelarlo como un hábito, y comenzar a comprometernos con más compasión y
abiertamente en nuestras relaciones.
Pelear para tener la razón
Las relaciones sanas reconocen que el objetivo principal de
un argumento es identificar el problema, procesar sentimientos y trabajar hacia
soluciones. Pero a veces cuando las parejas pelean, se olvidan de estos objetivos
y pasan el rato en un estado de reactividad y culpa. Las parejas sanas
mantienen su ojo en el premio (resolución del conflicto) durante argumentos y
permanecen en su lado de la red. Las parejas sanas no se culpan, ofende o
menosprecian.
Por lo tanto, si durante una discusión te sientes tentado a
culpar u ofender, recuerda que es el equivalente a envenenar emocionalmente la
relación. Cuando peleamos para tener la razón, aumenta el conflicto y se deteriora
la confianza en la relación. La próxima vez que tu argumento vaya en un bucle
negativo intente tomar un descanso de cinco minutos. En esos 5 minutos de
trabajo en calmarse y pensando en lo que necesita para que el conflicto se
resuelva.
Esperar que tu pareja sea un lector de mente
Lo escucho todo el tiempo:
- Si me ama, sabrá lo que yo quiero.
- No tendría que preguntar.
- Debería saber lo que hizo mal.
Es tentador creer que tu pareja debe saber lo que estás
pensando y cómo te sientes. Seguro que haría la vida mucho más fácil si ese
fuera el caso, pero la verdad es que la gente es diferente. Ellos ven el mundo
de manera diferente; tienen diferentes expectativas y diferentes experiencias. Estamos
haciendo mal cuando asumimos que nuestra pareja debe saber lo que estamos
experimentando. Las parejas sanas comparten cómo se sienten entre sí y no
esperan que su pareja sepa lo que sienten.
Evitar temas duros
Tenemos dos opciones cuando nos enfrentamos a temas de
relaciones duras: podemos evitarlos y esperar que desaparezcan por arte de
magia, o podemos apoyarnos en ellos, practicar ser auténticos y lidiar con lo
que sucede. Las parejas saludables raramente evitan los temas difíciles. En
cambio, se toman el tiempo para discutirlos. No siempre es fácil, pero es
necesario.
Cuando evitamos problemas en nuestras relaciones, proveemos
para ellos la oportunidad de crecer y salir de otras maneras. Si tú y tu pareja
tienen dificultades para abordar las cosas difíciles, la terapia de pareja
puede ser un excelente recurso y apoyo. Puede ser útil tener un profesional en
la sala guiando la conversación de una forma segura y de apoyo. Por lo menos
hasta que puedas discutir los temas por tu cuenta. Las parejas sanas reconocen
cuando necesitan apoyo externo y no tienen miedo de obtenerlo.
Retener el perdón
Ser humano es difícil. Experimentamos traición, daño,
pérdida y mucho más. Como resultado, a veces desarrollamos mecanismos de
afrontamiento poco saludables como una forma de lidiar con nuestro dolor y para
protegernos del dolor futuro. Retener el perdón es una forma común de hacer
frente, pero no es eficaz a largo plazo y es algo que las parejas saludables
rara vez hacen.
Cuando elegimos perdonar nos hacemos vulnerables a la
posibilidad de hacernos daño nuevamente. Y es verdad, puede ser. Las parejas
sanas reconocen que su relación funciona con el perdón, no puede sobrevivir sin
ella. Aprender a perdonar es simplemente crucial para una existencia pacífica y
una relación sana. Como dice el experto en vulnerabilidad y autor Brené Brown:
“El perdón no es olvidar o alejarse de la rendición de cuentas o condonar un
acto dañino; es el proceso de recuperar y sanar nuestras vidas para que podamos
vivir verdaderamente.”
Escrito por Paola Céspedes de Hoy Aprendí.
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