11 rasgos de una persona emocionalmente madura



La edad y el tiempo tienen poco que ver con la madurez; hay un montón de jóvenes maduros e igual que muchos de las generaciones mayores que son infantiles. La madurez es acerca de cómo actúas e interactúas con el mundo que te rodea. Un individuo maduro encarna varios rasgos que los distinguen de otros. A continuación, se analiza una selección de 11 características de este tipo.
IMAGEN: RINCONDELTIBET
Auto-conciencia
La madurez crece a partir de una semilla de conciencia; una conciencia de ti mismo y las acciones que tomas. Ser consciente de ti mismo significa que eres capaz de mirarte a través de los ojos de un observador. Puedes tomar una postura algo neutral para observar tus pensamientos, acciones y emociones antes de aplicarles un filtro racional. Esencialmente, la auto-conciencia es acerca de la construcción de una comprensión de tu personalidad, tus fortalezas y debilidades, tus potencialidades y limitaciones.

Autocontrol
Una vez que hayas establecido una sólida conciencia de ti mismo, estarás mejor posicionado para ejercer un grado de autocontrol. Puedes identificar impulsos que se acumulan en tu mente y resistir la tentación de actuar con ellos. Esto podría ser, por ejemplo, la diferencia entre enojarse y permanecer tranquilo cuando alguien hace algo que no te gusta.

Responsabilidad
Cuando alcanzas un cierto nivel de madurez, entiendes cuál es la gran responsabilidad que es ser humano. Aceptas que todos somos responsables de nuestras propias decisiones y del impacto más amplio que pueden tener en el mundo. La creencia de que las cosas te suceden se erosiona y se reemplaza con una mentalidad proactiva que entiende las consecuencias de tus acciones. Ya no vivirás pasivamente entre el mundo; harás progresos para cambiar tu situación donde sea necesario para que puedas vivir conscientemente.

Humildad
Aunque aprecias la importancia de cada decisión que tomas, sigues siendo una persona humilde y modesta. Nunca te tomas a ti mismo por encima de los demás, independientemente de tu estatus, riqueza, poder o influencia. Sabes que, cuando se trata de ello, todos nacemos iguales y todos morimos iguales. 

Auto-aceptación
Las personas maduras son capaces de aceptarse por lo que son; ellos practican la amabilidad incluso en la cara de sus defectos. Puedes tratar de mejorar y crecer como individuo, pero la madurez te permite tomar tu situación actual y todos los eventos pasados ​​que te han llevado a ella y hacer la paz con ellos. Sólo cuando eres capaz de aceptar donde estás ahora, puedes planificar tu camino para el futuro.
  
Gratitud
Junto con la aceptación de ti mismo viene un sentido de gratitud por todas las cosas maravillosas que existen en tu vida. Desarrolla la capacidad de ver los inmensos beneficios y el valor de los grandes y los pequeños. Debes estar agradecido por las personas con las que pasas tiempo, las necesidades básicas que se cumplen a diario, las experiencias que disfrutas y el don de la vida misma. 

Compasión
Un efecto secundario de ser agradecido es que sientes más empatía e interés por los demás. Un alma madura no puede dejar de desear bien a los que les rodean y tratar de ayudar de cualquier manera que puedan. Están más en sintonía con la interconexión de todo y así sentir el dolor de los demás como si estuviera allí. Esto los conduce hacia la caridad de todo tipo mientras buscan difundir el amor y la positividad en toda la sociedad. 

La apertura mental
La madurez rompe las barreras mentales y abre un sentido de liberalismo en un individuo. Ya no ves las cosas como blanco y negro o bien y mal. Tu mente está abierta a muchas ideas y opiniones y no juzgas a quienes podrían pensar de manera diferente o elegir vivir de formas que no te son familiares. También permite suavizar tus creencias para aceptar la posibilidad de que puedes estar equivocado a veces. 

Optimismo y realismo
Un individuo maduro es aquel que es capaz de mirar la vida con un aire de optimismo mientras sigue manteniendo raíces en la realidad. Tú entiendes que las cosas buenas no pueden suceder todo el tiempo, pero intentas mantener una mentalidad positiva en cada situación porque sabes que la alternativa es derrotismo y desesperación.

Paciencia

También estás bendecido con una paciencia inmensa que te ayuda a esperar tu tiempo antes de disfrutar de los frutos de tu trabajo. Tú entiendes que las cosas que quieres en la vida no siempre vienen tan pronto como deseas; tienen que ser trabajado y esperado a veces. Tu paciencia se extiende a otras personas también; entiendes y aceptas que tal vez no siempre actúan como te gustaría, pero tienes una gran capacidad de perdonar donde sea necesario. 

Honestidad
Cuando maduras dentro de ti, ya no sientes la necesidad de engañar a los demás. Puedes ser abierto, honesto y sincero con los que te rodean y confiar en que sea cual sea su reacción hacia ti, es mejor que ocultar la verdad.
Escrito por Paola Céspedes de Hoy Aprendí.

Comentarios

  1. Hola, me parece interesante el artículo, pero no estoy deacuerdo en que la edad no influya en la madurez de las personas, cada uno de nosotros vamos pasando por distintas etapas de desarrollo a lo largo de la vida y ciertamente hay adultos que se comporta toda la vida como adolescentes y eso es porque claramente hay una o varias etapas de su desarrollo anterior que estuvo marcada y su madurez esperada esta lejos de llegar y por otro lado a un adolescente o adulto joven, no le podemos pedir el mismo grado de madurez que a un adulto. Gracias.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario