Cruzar las piernas y apoyarte sobre la rodilla es una
actitud muy común que las personas adoptan al sentarse; Muchos de nosotros lo
hacemos automáticamente. Esta posición es elegante y sexy, y a menudo asociada
con ser "femenina". Nos hemos acostumbrado a cruzar las piernas sin
pensar, pero no muchos de nosotros sabemos que puede tener algunas
consecuencias graves para nuestra salud y nuestros cuerpos. Decidimos compartir
alguna información valiosa sobre esta postura con ustedes, para que estén bien
informados y sepan cómo prevenir problemas de circulación con un simple
movimiento.
IMAGEN: BBC.COM |
Mantener una postura particular durante horas puede
conducir a una condición llamada parálisis o parálisis del nervio peroneo. Esto
también puede suceder si te sientas en la misma posición durante períodos
prolongados de tiempo. Resulta que la posición que es más probable que cause la
parálisis del nervio peroneo es la posición de las piernas cruzadas.
En 2010, varios estudios demostraron que cuando te sientas
durante mucho tiempo con las piernas cruzadas, la presión arterial en tu cuerpo
aumenta. Incluso si no tienes ningún problema con tu presión arterial, evitar
sentarte en esta posición puede ayudarte a vivir una vida más sana y prevenir
más trastornos circulatorios.
Esta posición también puede conducir a desequilibrio
pélvico. El paso prolongado de las piernas cruzadas hace que el músculo interno
del muslo sea más corto y el músculo externo del muslo más largo, y pone tus
articulaciones en riesgo de moverse fuera de lugar.
El hábito de sentarte con las piernas cruzadas aumenta tus
posibilidades de desarrollar 'venas de araña'. Aunque el mayor factor que
contribuye a las venas varicosas son tus genes, el cruce frecuente de las
piernas puede conducir a la inflamación de las venas comprimidas. Hay pequeñas
válvulas en los vasos sanguíneos, que impiden que la sangre fluya en la
dirección equivocada. Cuando se cruzan las piernas, la presión sobre tus venas
aumenta e impide su flujo sanguíneo, causando que los vasos se estrechen y se
debiliten y que permitan el flujo posterior de sangre. Esto puede causar la
acumulación de sangre en las piernas y hacer que tus venas se hinchen.
Finalmente, un estudio encontró que sentarse con las
piernas cruzadas por más de tres horas al día puede resultar en una persona que
desarrolla una postura encorvada, dolores de espalda y cuello, e incomodidad en
sus caderas.
Ahora que te proporcionamos algo de comida para el
pensamiento, deberías considerar abandonar el hábito por completo, para evitar
los riesgos a corto y largo plazo para tu salud.
Escrito por Kevin Guanilo de Hoy Aprendí.
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