Nada ahoga nuestro éxito más que la presión que nos ponemos
para hacer las cosas perfectamente, y evitar la posibilidad de quedarnos cortos
en el intento.
IMAGEN: WIDEWALLS |
El hecho es que en este momento, tú eres más que "lo
suficientemente bueno" para empezar a lograr nuevos objetivos y perseguir
nuevos sueños. Comienza con el valor de creer en ti mismo, en el valor que
aportas y en los sueños que tienes. Sí, eres lo suficientemente inteligente, lo
suficientemente fuerte, lo suficientemente digno, lo suficientemente capaz y lo
suficientemente listo ahora mismo... tal como ere... e imperfecto como tú.
Si esperas las condiciones perfectas, nunca obtendrá nada.
Considera cuántos adultos nunca aprendieron a nadar de
niños, que ahora se niegan a aprender como adultos. Su miedo de tener que pasar
por la misma curva de aprendizaje de cada niño los aleja de querer hacerlo. No
caigas en la misma trampa cuando se trata de hacer algo que enriquecería tu
vida y expandiría tu futuro. Más bien, confía en ti mismo que tienes todo lo
necesario para hacer lo que realmente quieres hacer. Lo que aún no sabes, lo aprenderás. Y lo que no puedes hacer bien
no importa. Recuerda, hecho es mejor que perfecto. Es un mantra que te servirá
bien.
Como Brene Brown escribió, "Comprender la diferencia
entre el esfuerzo saludable y el perfeccionismo es fundamental para dejar el
escudo y recoger tu vida." Así que déjame preguntarte, ¿qué harías si te
dieras permiso para hacer algo no tan perfecto? No dejes que tu miedo de no ser
lo suficientemente bueno te impida darte cuenta de lo capaz, digno y talentoso
que realmente eres.
Tu miedo, si no se controla, puede evitar que vivas la vida
que deseas. No le des ese poder. La perfección de la vida existe en su
imperfección. Así que olvídate de la perfección, y sólo seguir adelante.
Escrito por Kevin Guanilo de Hoy Aprendí.
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