Démosle a nuestros hijos la libertad de ser ellos
mismos, en un mundo que les dice todos los días que sean distintos. Anónimo.
Para los padres resulta
prácticamente imposible no hacerse expectativas respecto a los hijos, siempre
esperamos lo mejor para ellos pero también esperamos lo mejor de ellos, sin
embargo, nunca tenemos garantía de en que se convertirán, podemos invertir
mucho tiempo, podemos invertir mucho dinero y nada nos va a garantizar que
nuestros hijos harán uso de lo aprendido.
Sin embargo, esto no puede
significar nuestra rendición como padres, somos responsables de inculcar y
grabar en ellos, todos los principios, todos los valores, el amor, la bondad y
la humildad que ellos puedan considerar como sus principales armas de acción
para el día de mañana cuando les toque asumir sus propias decisiones y entonces,
mirando dentro de sí, puedan ver todo lo que nosotros como padres hemos dejado,
aunque esto no nos garantice que vayan a elegir considerando alguna de esas
virtudes.
La libertad sin responsabilidad no es verdadera
libertad. Mery Bracho
Lo más sabio que puede hacer
un padre, en lugar de generarse expectativas respecto a sus hijos y tratar de
labrarles un camino que al final no sabemos si recorrerán, es prepararnos para
recibir, prepararnos para aceptar y entender lo que ellos son realmente, para apoyarles,
acompañarles y tener la fortaleza de ayudarlos cuando sea necesario, para bien
o para mal, los hijos siempre sabrán que cuentan con sus padres de alguna
manera y esto puede significar una ventaja a la hora de lograr entrar en ellos.
No vivas ilusionado con lo
que esperas de tus hijos, con lo que aseguras que ellos serán y más aún te
darán, no está mal querer profundamente que nuestros hijos recorran caminos
luminosos, pero no podemos rescatarlos de todo, en su lugar abre con bondad y
amor verdadero tu corazón, para darle la oportunidad de que se muestren como
son realmente, sin tener que llenarse de caretas y de prejuicios, siempre en la
búsqueda de complacernos.
Un hombre libre tiene el cuidado de ponerse sus
propios límites. Mery Bracho.
No des paso a la sorpresa,
si alguna acción de nuestros hijos puede causarnos dolor, lo que suele suceder
en algún momento de nuestra vida, siempre es mas ligero haberse preparado para
recibir y no entregarse a esperar siempre lo mejor, esta espera nubla nuestra
mente y nuestra cordura, llegando incluso a jamás reconocer ciertas acciones de
parte de nuestros hijos.
Que tu hijo esté consciente
de que sabes quien es, que lo recibes y lo acompañas… que no hay nada que pueda
hacer para engañarte y que en
lugar de pretender vivir a través de el, le entregas a él su propia vida.
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