¿Por
qué se tarda solo un minuto en decir hola y toda una vida en decir adiós?
Anónimo.
A todos nos encanta hacer de
héroes alguna vez, ser indispensables en la vida de alguien, considerarnos
importantes en su accionar, en las decisiones que toma, en la manera en que percibe la vida y además
consideramos que tenemos la influencia necesaria para generar en esta persona
una verdadera transformación, para bien o para mal.
Sin embargo, es sabido que
nadie es indispensable en la vida de nadie, no necesitamos más que de nosotros
mismos y de nuestra propia fortaleza, voluntad y esencia para sobrevivir, el
amor que nace de nosotros, que emanamos, que extendemos y que se convierta en
nuestro entorno, es vital para la existencia de cada ser humano y el compartir
y la comunicación con otros seres humanos, más aún cuando están en la misma
frecuencia que nosotros, nos genera gran satisfacción.
Debemos tener siempre claro,
que así como nadie es indispensable en nuestra vida, no somos nosotros la
excepción de la regla para ser indispensables en la vida de alguien más, pues
ese alguien más, ya es en sí mismo un ser excepcional y al igual que nosotros, no requiere a nadie
más que a sí mismo para ser.
La meta es partir.
Giusseppe Ungaretti
Es de sabios saber el
momento en el que debemos iniciar una retirada, en el que debemos irnos o
sencillamente dejar de insistir en la vida de alguien, un hijo, un amigo, un
amante, una pareja… cualquier situación que nos coloque en una permanente
insistencia de querer ser siempre algo o alguien trascendental para alguien
más.
Debemos entender cuando esa
persona ya no nos necesita, o cuando sencillamente ya lo que podemos hacer por
ella o por él escapa de nuestras manos y le toca continuar su camino solo.
Siempre vamos a ser
requeridos por alguien, siempre vamos a ser necesitados por alguien, hasta la
persona más sola en este mundo siempre puede tender una mano de apoyo a alguien
más, siempre puede solidarizarse, brindar una palabra de aliento o
sencillamente ser la persona indicada en un momento preciso, estar allí, sin embargo, cuando nuestro rol
finaliza o ya no es primordial, y comenzamos de alguna manera a colocar en una
posición de hartura a esa otra persona para la cual nos sentimos
indispensables, es momento de considerar partir y de aceptar la sabiduría que
hay en el hecho de que por ser seres únicos merece la pena el dejar en libertad
a nuestros semejantes.
Resulta un hecho de entera
valentía el saber identificar el momento preciso en el que debemos irnos,
entender que hay roles en la vida en los cuales jamás dejamos de tener un papel
decisivo incluso primordial y vital, por ejemplo cuando somos madres o padres,
nos convertimos eternamente en los guías y orientadores de esos seres, sin
embargo, no nos corresponde rescatarlos de todo, hay un momento preciso en el
que debemos dejarlos, en el que debemos dejarlos partir y hay varios momentos
precisos durante su infancia en los que también esto resulta necesario, para
reforzar su seguridad y su autoestima, lo mismo ocurre con las parejas, si bien
es un plan compartido y un proyecto de vida conjunto, no podemos olvidar que la
otra persona es un ser independiente a nosotros y no necesariamente debemos
convertirnos en una pieza única para completarse, es parte de nuestra vida y
somos parte de la vida de ese ser, pero una parte únicamente eso y no más.
No se acaba el amor sólo con decir adiós, hay que
tener presente que el estar ausente no anula el recuerdo, ni compra el olvido,
ni nos borra del mapa. Ricardo Arjona.
La sabiduría no está en
llenarse de frases ostentosas, de temas profundos y de miradas persistentes, la
sabiduría está en esos pequeños detalles de esos pequeños momentos, en que por
amor sabemos exactamente qué hacer. No somos indispensables para nadie, por
amor a los demás y a nosotros mismos debemos saber identificar el momento
preciso en el que nos dejan ir y aprovecharlo pues probablemente ya seamos requeridos
por alguien más.
Este articulo fue realizado gracias a mujer.guru Si deseas seguir leyendo artículos de tu interés sigue explorando el sitio.
Comentarios
Publicar un comentario