Las mujeres pasamos por días particulares, unos días nos
sentimos radiantes, bellas, atrevidas, deslumbrantes y otros días podemos
sentirnos apagadas, sin brillo, como si quisiésemos llevar un sobretodo de
cabeza a pies.
Evidentemente en todas las
ocasiones lo que marcará la diferencia no será lo que vaya sobre nuestro
cuerpo, ni que tan maquilladas o al natural nos encontremos, lo que justamente
irradiará belleza, sensualidad, inocencia o la característica predominante de
lo que proyectemos, será nuestra actitud.
No vamos a recomendar que
estemos del mejor ánimo todos los días, ni a dar una receta para ello, pero sí
podemos recordar que el concepto que tengamos de nosotras mismas es el más
importante y el que nos debe importar, debemos sentirnos amables, adorables,
sentirnos bellas, sin estar atentas a los estándares típicos de belleza.
Hay mucho dinero invertido
en lo que debería ser una mujer bella, pero eso no quiere decir que quienes no
enlacen con ese estereotipo, lo sean menos. Debemos aceptarnos tal cual somos,
querernos y respetarnos, de esta manera nos trataremos a nosotras mismas como
nos gustaría ser tratadas y cuidaremos de nosotras por dentro y por fuera como
si fuese nuestro más importante tesoro.
Que si tenemos un cauchito,
unas arruguitas, unas canitas por acá o por allá, que si nuestra nariz no es
tan perfilada, que si nuestro cabello es un desastre… bahh… aprendamos a vernos
bellas desde que nos despertamos, hasta que nos acostemos, usemos lo que
usemos, desde una franela hasta un vestido de gala… Si nosotras nos sentimos
cómodas con lo que somos, nadie podrá venir a imponer un patrón que debemos
seguir.
La belleza que realmente
debemos cuidar, es la de nuestro interior, en la que trabajamos para hacer de
nosotros nuestra mejor versión, esa que no se deteriora con el paso de los
años, sino que por el contrario, se hace más notoria, más brillante.
Aprendamos a darnos el trato
que merecemos, aprendamos a cultivar lo realmente importante y sobre todo a no
darle importancia a la opinión de los demás. Para todos los gustos hay y por
eso es que existe tanta variedad… Disfrutemos de estar acá de este milagro y
vayamos por la vida, demostrándole lo cómodas que nos sentimos y lo agradecidas
que estamos por esta experiencia, cuidando de nosotras y amándonos de manera
incondicional.
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