La situación ideal de una
pareja es en la mayoría de los casos, poder caminar junto a su compañero o
compañera, esto significa llevar un ritmo de vida parejo, ambiciones comunes,
intereses comunes, proyectos y planes en presente y futuro que ambos puedan ejecutar,
no son únicamente una pareja, son además un equipo y compañeros de vida.
En una pareja siempre se
tiene la intención de poder llevar un camino con un recorrido sereno y certero,
en el que ambos aporten quizá no en
igualdad de condiciones, pero al menos en voluntad, la mayor riqueza a la
relación, sin embargo, esto no siempre es posible y entonces comienzan a darse
realmente las diferencias, cuando de alguna manera sentimos que nuestra pareja
no va a nuestro lado y lo que es peor, que ya no podemos seguirle esperando.
Tienes que tomar riesgos. Solo entendemos el miraglo
de la vida cuando permitimos que pase lo inesperado. Paulo Coelh
Lastimosamente no todas las
personas viven con el mismo ímpetu ante la vida, definitivamente hay personas
que requieren mayor impulso que otras y en muchos casos, necesitan
constantemente una guía y una orientación, en la pareja siempre de alguna
manera trata establecerse ese equilibrio, para que ambos puedan alcanzar las
metas pautadas, pero también es certero decir, que esta situación puede llegar
a agotar, cuando la actitud de la pareja suele convertirse en una carga y
debemos estar constantemente promoviendo su propia superación, en lugar de
cultivar la superación conjunta.
Esperar es doloroso. Olvidar es doloroso. Pero no
saber qué hacer es el peor tipo de sufrimiento. Paulo Coelho.
Entonces llega el momento en
el que sentimos que debemos seguir adelante y que necesitamos aligerar nuestra
carga, en el cual sentimos que ya no podemos seguir esperando a esa persona que
nos acompaña, porque si bien vamos de la mano, no podemos continuar uno
adelante y otro atrás, porque entonces la pareja deja de ser un equipo para
llevar siempre un delantero y una persona que le secunda, lo que puede llegar a
convertirse en una situación bastante agotadora, especialmente para la persona
que suele promoverlo todo.
No te ahogas al caer a un río, sino al mantenerte
sumergido en el. Paulo Coelho.
Cuando estas circunstancias
llegan a hacerse costumbre en una relación de pareja, es necesario poner un alto,
detenernos y tratar de alguna manera, de que la otra persona lleve el ritmo o
al menos se interese en auto gestionarse y tener la voluntad de emprender con
su propia seguridad, no somos responsables ni tenemos la capacidad perenne de
arrastrar a nadie a la vida, menos aún a nuestra pareja, quién debe ser junto a
nuestra vida una balanza perfecta, que nos permita siempre seguir adelante en
la mayor armonía.
Si esta situación de
constante empuje no llega a estabilizarse, lo que encontraremos al final del
camino además de cansancio, será una gran pérdida de respeto hacia esa persona
que nos acompaña, pues de alguna manera, en algún punto de la relación, nos
cansamos de esperar y debimos necesariamente, seguir adelante sin su compañía.
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