A pesar de una mayor conciencia de los riesgos para la
salud de comer poco saludable, muchas personas tienen dificultades para hacer
cambios en la dieta saludable, y las tasas de obesidad siguen aumentando. En un
estudio de 2015, los investigadores Amanda Brouwer y Katie Mosack propusieron
que una manera de combatir este problema es cambiar la forma en que nos vemos:
En lugar de simplemente perseguir el objetivo de comer más saludablemente,
debemos identificarnos como "comedores saludables".
IMAGEN: WATCHFIT |
Para probar la hipótesis de que la identificación como
"hacedor" de un comportamiento saludable -en este caso, una
alimentación saludable- podría aumentar el comportamiento, los investigadores
expusieron a un grupo de participantes a una intervención "auto-asistente".
Después de recibir materiales educativos sobre la alimentación saludable, los
participantes en este grupo completaron una hoja de trabajo que incluyó:
-Listar seis metas relacionadas con los alimentos.
-La transformación de estos objetivos en frases de
"hacedor" -por ejemplo, "comer más fruta" se convirtió en
"comedor de frutas".
-Imaginar que eres ese tipo de persona.
-Tener en cuenta lo que se necesita para ser más como ese
tipo de persona con el tiempo.
Los resultados mostraron que, en las próximas semanas, los
participantes que se identificaron como comedores saludables informaron un
mayor consumo de alimentos saludables en comparación con los participantes en
las dos condiciones de control, que involucró sólo recibir materiales educativos
o realizar una tarea no relacionada. Los participantes en el
"auto-desempeño" no aumentaron sus hábitos alimenticios saludables
con el tiempo, pero mantuvieron su alimentación saludable en mayor grado que
los otros participantes, quienes tendieron a deslizarse hacia hábitos menos
saludables.
Estos hallazgos sugieren que transformar las metas
dietéticas en auto-identidades podría ser una forma sencilla y asequible de
ayudar a las personas a mantener un comportamiento alimentario saludable, al
menos a corto plazo. También plantean la posibilidad de que otros tipos de
metas puedan beneficiarse de la conversión en la forma de
"auto-asumir". Por ejemplo, ¿qué sucede si los estudiantes de bajo
rendimiento se imaginan a sí mismos como estudiantes excelentes, o si las
personas sedentarias se consideran atléticas?
La investigación de Gabriele Oettingen sugiere que la gente
debe proceder con cautela cuando se prevea el futuro positivo. El pensamiento
positivo puede aumentar la esperanza y el optimismo, pero a veces puede hacer
que la gente sea un poco demasiado optimista, produciendo un sentido prematuro
de logro que socava el esfuerzo y la motivación. En su investigación, Oettingen
encontró que las fantasías positivas sobre objetivos que van desde la pérdida
de peso a las ofertas de trabajo tienden a ser contraproducentes porque la
gente descuida planificar los obstáculos muy reales que es probable que
encuentren.
Oettingen no cree que necesitemos desechar completamente
las fantasías positivas, pero recomienda complementarlas con una evaluación
realista de los obstáculos, especialmente los obstáculos internos, como el
temor al fracaso, y luego elaborar un plan concreto para abordar esos
obstáculos.
La intervención "auto-asistente" contiene un poco
de este enfoque, porque los participantes no sólo se ven como comedores
saludables; También consideran lo que se necesitará para hacer realidad esta
identidad. Pero las intervenciones basadas en la identidad podrían ser más
eficaces cuando se combinan con estrategias basadas en la acción como las de
Oettingen. Tal vez las identidades más útiles son aquellas que se centran en
nuestro potencial, no sólo un estado fijo de ser: Podemos ser "comedores
saludables" que todavía están creciendo en nosotros mismos.
Escrito por Kevin Guanilo de Hoy Aprendí.
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