Tan pronto como he dejado de esperar algo de mí, de la
vida, y de otros, he comenzado a sentir esta vida y ... sólo vivir.
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IMAGEN: SUSAN HAMBURGER |
Sí, muchas personas viven de esta manera, y algunos de
ellos lo encontrarán naturalmente. Pero se ha convertido en un milagro para mí,
y ni siquiera esperaba el efecto que trajo.
Acabo de dejar de esperar algo. Y fue el momento en que mi
alma se sintió tan ligera y libre. Era como si hubiera empezado a vivir y dejar
de pensar en cómo vivir. Acabo de empezar.
He dejado de esperar algo de mí. Antes, esperaba que mi
fuerza se revelara, centenares de artículos para escribir, decenas de libros
para publicar, y así sucesivamente.
He dejado de esperar algo de otras personas:
reconocimiento, amabilidad, responsabilidad o aprecio.
Y he dejado de esperar algo de mi pareja: su comprensión y
hechos a mi juicio.
He dejado de exigir que la vida me dé algo. Tuve una
extraña sensación de estar injustamente privado en el interior, como si hiciera
tantas cosas y tratara tan duro, pero estuviera obteniendo lo mismos
resultados.
Además, he dejado de esperar hasta mañana para ser
increíble y borrar todos los problemas. Las lecciones que cambiaban la vida a
veces funcionaban, pero sólo por un tiempo. Mi ser infantil esperaba la paz y
la serenidad hasta que mi ser adulto se diera cuenta de que la paz y la
serenidad se escondían dentro, no en ausencia de hechos y problemas que
resolver.
Si piensas que no tengo planes ahora, estás equivocado.
Tengo planes, pero parece que son tan miserables en
comparación con las oportunidades que mi vida tiene para mí cuando dejo de
controlar todo e imponer mis puntos de vista sobre cómo todo debe suceder.
Tus expectativas marcan la energía en una o pocas variantes.
Como regla, han sido construidos en tu mente ya, no dejando que la energía se
mueva y traiga las mejores opciones a tu vida.
Y estas mejores opciones suelen ser completamente
inesperadas.
Tenía una sensación de estar esperando permanente por
dentro; Por lo tanto, mi mente tenía una idea de "cómo debería ser
todo" y trabajó duro en la tarea de hacer que la idea se haga realidad. No
noté nada más allá de esos límites.
Siempre he necesitado respuestas exactas a todos los
"cómo": cómo hacer esto, cómo decir acerca de esto, cómo pedir a
personas desconocidas, cómo escribir mejor, cómo conseguir más dinero, cómo va
a suceder algo, cómo ir allí ...
Bla, bla, bla.
Necesitaba esto para controlar todo y eliminar el riesgo de
cometer errores. Necesitaba saber y planear todo con antelación para preparar
todo, hacer todo perfectamente, y, lo que es más importante, hacer todo ... yo
mismo.
Ahora siento un flujo de vida, su corriente y versatilidad.
Respondo a lo que mi vida me da en este momento, y todo sucede apuntando al
mejor camino para mí.
¿Qué lección que aprender de esta historia?
Déjalo ir.
Escrito por Kevin Guanilo de Hoy Aprendí.
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