Si hay silencio, déjalo aumentar, algo surgirá.
Si hay tormenta, déjala rugir, se calmará
Si hay algo que tenemos los
seres humanos es una especie de inconformidad con lo que nos ocurre, si es
malo, queremos cambiarlo, nos resistimos, nos preocupamos, intentamos huir, nos
enfrentamos y si es bueno queremos que sea mejor, queremos que permanezca, nos
preocupamos porque deje de pasar, por no poder mantenerlo y así vamos día a día
desconectándonos de nuestro propósito de vida.
Vamos por la vida sin mucho
entenderla y sin la consciencia necesaria para apreciar el momento presente
como si fuese exactamente lo que hemos elegido para vivir, vamos por la vida
queriendo cambiarlo todo sin apreciar
realmente nada.
Independientemente de lo que
nos esté ocurriendo debemos confiar, si lo que vivimos nos hace sufrir, nos
lastima, nos arrincona, evaluemos si existe algo que pudiésemos hacer para para
mejorar esa realidad, si no está a nuestro alcance hacerlo, debemos aceptar y
dejarnos fluir, no desgastarnos en una resistencia que solo producirá que nos
estanquemos más en ese mal momento.
Todo lo que nos ocurre tiene
una razón de ser, todo pasa por algo y somos nosotros los arquitectos de
nuestra vida, así que no veamos con desprecio algunos trayectos que se tornan
cuesta arriba, transitémoslos con la certeza de que algo bueno para nosotros
surgirá de esa experiencia, así sea el aprendizaje que nos deje. El dolor no
podemos evitarlo, pero el sufrimiento sí, si permitimos que la situación nos
absorba y nos encadenamos a ella, mientras pataleamos y nos quejamos de nuestra
suerte, pues más tiempo y de forma más intensa nos afectará.
Si por el contrario, fluimos
de forma natural con la mejor disposición posible, podremos de forma menos
desgastante vivir alguna experiencia que resulte dolorosa sin identificarnos
con ella, confiando en el proceso de la vida.
Los apegos son la raíz del
sufrimiento, cuando nos apegamos y necesitamos de algo o de alguien, no
transcurrirá mucho tiempo para que estemos sumergidos en el sufrimiento.
Debemos disfrutar el momento, vivir el presente, apreciar que dentro de cada
mal momento aun así tenemos muchas cosas que agradecer, muchas bendiciones que
nos cobijan.
Si confiamos en lo que
vivimos, nuestra actitud estará cargada de fortaleza, de seguridad, de ánimo.
Todo lo bueno y todo lo malo que nos ocurre es transitorio, todo tiene un
principio y un fin y si nos dedicamos a simplemente vivir con todo lo que ello implica,
estaremos diciéndole a la vida gracias! Gracias por la oportunidad, gracias por
este momento, gracias por este nuevo regalo…
Hay dos formas de ver la vida: una es creer que no
existen milagros, la otra es creer que todo es un milagro. — Albert Einstein
Este articulo fue realizado gracias a rincondeltibet.com Si deseas seguir leyendo artículos de tu interés sigue explorando el sitio.
Comentarios
Publicar un comentario