3 habilidades sociales indispensables que puedes desarrollar ahora mismo

Las habilidades sociales son imprescindibles, no solo para tener éxito en el mundo profesional sino para vivir de forma más plena y equilibrada. Una persona que no es capaz de defender sus derechos de forma asertiva, será pisoteada continuamente. Sin embargo, alguien que se enfade con frecuencia y responda agresivamente, tendrá una vida llena de conflictos, sin encontrar la serenidad.
Sin embargo, nadie nos enseña a manejar de manera asertiva las relaciones sociales, es algo que aprendemos fundamentalmente por imitación, primero viendo a nuestros padres y después, tomando apuntes de las figuras significativas con las cuales nos encontramos durante la adolescencia y la juventud.

No obstante, las habilidades sociales están en el centro del Crecimiento Personal. Como nadie es una isla en sí mismo, para lograr la felicidad y la paz espiritual, debemos adquirir al menos algunas competencias básicas que nos permitan lidiar con las personas que encontramos cada día.

Curiosamente, las habilidades sociales más importantes, también son las más sencillas y fáciles de desarrollar. El problema es que no somos conscientes de su importancia y las pasamos por alto. Por eso, ahora os indico algunas habilidades sociales básicas, que podéis comenzar a desarrollar inmediatamente.


¿Cuáles son las habilidades sociales básicas más importantes?
1. Sonreír más

La sonrisa es una de nuestras armas más poderosas, y también una de las más infravaloradas. De hecho, a todos nos gusta ver una cara sonriente pero no somos plenamente conscientes del impacto que puede tener una sonrisa en las relaciones interpersonales.

Sin embargo, una sonrisa relaja la tensión que pude haber en el ambiente y hace que la otra persona se muestre más receptiva a nuestro mensaje. Cuando nos acercamos a alguien sonriendo, le estamos diciendo que no somos una amenaza y le transmitimos positividad. Es difícil que alguien se enfade cuando su interlocutor sonríe.

De hecho, psicólogos de la Universidad de Oxford pudieron apreciar que en un juego económico, cuando las personas sonreían, aumentaba en un 10% el nivel de confianza que los otros ponían en ellas. Otro experimento desarrollado en el Boston College demostró que cuando cometemos un error o nos saltamos una norma y después sonreímos, aumentan las probabilidades de que la otra persona se muestre condescendiente y nos perdone.

Obviamente, no se trata de andar todo el día con una sonrisa forzada, hay situaciones que no demandan una sonrisa. Aún así, intenta sonreír más, verás que acercarse a las personas con una sonrisa en los labios puede cambiar la situación.

2. Hablar más despacio

Cuando estamos nerviosos, nuestro ritmo cardiaco se acelera y la respiración se hace más entrecortada. En esta situación, es difícil mantener la calma por lo que el ritmo de nuestro discurso se acelera. Sin embargo, nuestro interlocutor lo percibe, aunque sea de manera inconsciente, y comprende que algo no funciona. De esta manera, se pone sobreaviso y adopta una actitud defensiva. En esta situación, es difícil convencer a alguien o llegar a un entendimiento.

Sin embargo, hablar de manera pausada y con un tono de voz adecuado, transmite tranquilidad e indica que somos una persona segura de sí, que sabemos lo que queremos y tenemos la confianza necesaria para lograrlo. Cuando todos a tu alrededor se alteran y eres capaz de mantener la calma, podrás transmitir mejor tu mensaje y las personas estarán más dispuestas a escucharlo.

En este sentido, un estudio realizado en la Universidad de Georgia demostró que hablar rápido es una técnica eficaz solo cuando queremos confundir a nuestro interlocutor, cuando queremos convencerle de algo pero no tenemos suficientes pruebas a nuestro favor. Al contrario, hablar despacio le permite reflexionar y promueve un cambio de actitud más duradero, que es justo lo que necesitamos en nuestras relaciones interpersonales más íntimas.

De la misma forma, es importante aprender a dominar los silencios. De hecho, la mayoría de las personas se precipitan a romper el silencio porque se sienten incómodas y tensas, pero el silencio es un arma de comunicación a través de la cual se puede transmitir seguridad y confianza.

3. Preguntar más

Suponer, sacar conclusiones a partir de hechos aislados o generalizar sin bases es uno de los principales errores que cometemos en la comunicación. De hecho, da lugar a muchísimos malentendidos. Por eso, una habilidad social fundamental es preguntar más. Ante las dudas, es mejor contrastar nuestras ideas, y eso solo podemos lograrlo hablando con la otra persona.

El principal problema de las suposiciones es que casi nunca se detienen sino que tienen un efecto bola de nieve, que da lugar a otras conclusiones falsas o sin fundamento. De esta forma, se generan actitudes negativas o incluso prejuicios hacia la otra persona, que terminan dañando innecesariamente la relación.

Las suposiciones y las convicciones se convierten en una peligrosa arma de doble filo. Un curioso experimento realizado en la Universidad Estatal de Iowa desveló cuán fácil es manipular nuestras convicciones, hasta tal punto que el 50% de los testigos de un supuesto asesinato, estarían dispuestos a identificar erróneamente a un asesino.

Por eso, indaga siempre sobre el punto de vista de tu interlocutor, intenta comprender sus razones y pregunta todo lo que no quede claro. No te dejes llevar por las suposiciones porque a menudo estas son el resultado de una historia que hemos armado en nuestra mente.

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Fuentes:
Scharlemann; J. et. Al. (2001) The value of a smile: Game theory with a human face. Journal of Economic Psychology; 22(5): 617–640.
Wells, G. L. & Bradfield, A. L. (1998) Good, you identified the suspect: Feedback to eyewitnesses distorts their reports of the witnessing experience. Journal of Applied Psychology; 83: 360-376.
LaFrance, M. & Hecht, M. A. (1995) Why Smiles Generate Leniency. Personality and Social Psychology Bulletin; 21(3): 207-214.
Smith; A. M. & Shaffer, D. R. (1991) Celerity and Cajolery: Rapid Speech May Promote or Inhibit Persuasion through its Impact on Message Elaboration.Personality and Social Psychology Bulletin; 17(6): 663-669.
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