Es ya un poco común que muchos dicen que tus ojos son la
ventana de tu alma. Pero, ¿qué es exactamente lo que vemos cuando miramos a los
ojos de otra persona? De hecho, los ojos proporcionan mucha información sobre
el estado emocional de otra persona.
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IMAGEN: MIRROR-OF-A-SOUL |
Podemos identificar cuando la sonrisa de una persona es
falsa solo mirando a sus ojos. Falsificar una sonrisa es muy fácil para muchos
- lo hacemos todo el tiempo por cortesía. Pero en los ojos está la clave:
Cuando somos verdaderamente felices, no sólo sonreímos, sino también arrugamos
las esquinas de nuestros ojos en un patrón de "patas de gallo". Pero
cuando la gente finge una sonrisa, por lo general se olvidan de sus ojos.
Si el ojo es la ventana hacia el alma, la pupila es,
literalmente, una abertura en el ojo. La pupila actúa como la apertura de una
cámara, dilatando o contrayendo para regular la cantidad de luz que entra en el
ojo. Todos sabemos que nuestras pupilas se hacen más pequeñas a la luz y más
grandes en la oscuridad. Esta es la respuesta de luz pupilar.
En un artículo publicado recientemente de Current
Directions in Psychological Science, los psicólogos Sebastiaan Mathôt y Stefan
Van der Stigchel sostienen que hay mucho más en la respuesta pupilar de la luz
que lo que se piensa. Afirman que el tamaño de las pupilas nos dice mucho
acerca de las emociones e intenciones de las personas.
Según los investigadores, la respuesta de luz pupilar no es
sólo una reacción mecánica a la luz del ambiente. Más bien, mientras cambiamos
nuestra mirada de un lugar a otro, nuestras pupilas ajustan su tamaño de
antemano a la cantidad de luz que esperamos encontrar en la nueva ubicación.
Considera la posibilidad de trabajar en una computadora: La
mayoría de las veces, nuestra mirada se fija en la pantalla brillante, por lo
que nuestras pupilas están contratadas. Pero de vez en cuando, miramos hacia
abajo en el teclado, como cuando necesitamos reposicionar nuestros dedos. Los
autores del artículo afirman que las pupilas empiezan a dilatarse incluso antes
de que empiece el movimiento hacia abajo del ojo. Debido a que la respuesta de
la luz pupilar es relativamente lenta, aproximadamente un cuarto de segundo, la
anticipación de la cantidad de luz en la nueva ubicación mejora la visión una
vez que nuestra mirada llega. (Todo esto, por supuesto, opera por debajo del
nivel de conciencia.)
La respuesta pupilar de la luz es sólo una de las razones
por las que las pupilas cambian de tamaño. También se dilatan cuando estamos
excitados. El cuerpo tiene una red de alarma llamada el sistema nervioso
autónomo que nos prepara para tomar medidas cada vez que detectamos una amenaza
-o una oportunidad- en nuestro medio ambiente.
Encuentras a un oso mientras caminas por el bosque, y tu
sistema nervioso autónomo va en alerta. Las tasas de corazón y respiración
aumentan, empiezas a sudar a medida que los músculos se tensan y, entre otras
reacciones corporales, las pupilas se dilatan. El sistema nervioso autónomo prepara
tu cuerpo para tomar medidas contra la amenaza, tal vez corriendo hacia el
árbol más cercano.
También tenemos que tomar medidas cuando nos encontramos
con oportunidades. Conoces a una persona atractiva en una fiesta, y ¿qué le sucede
a su cuerpo? Tu corazón y las tasas de respiración aumentan, empieza a sudar y
las pupilas se dilatan.
Los psicólogos consideran que la dilatación de las pupilas es
una señal honesta de interés sexual o social. Eso es porque el tamaño de la
pupila no está bajo tu control voluntario.
La excitación aumenta el tamaño de la pupila,
independientemente de la cantidad de luz ambiente presente porque el tamaño
óptimo de la pupila implica un equilibrio entre dos factores. La primera es la
agudeza visual, o lo bien que puedes ver los detalles de lo que estás mirando. Por
lo tanto, la respuesta pupilar de luz es importante para la agudeza visual.
El segundo factor es la sensibilidad visual, o lo bien que
se puede detectar algo que está en el medio ambiente. Si quieres ver realmente
lo que hay por ahí, necesitas tener los ojos abiertos, especialmente las
pupilas. Aquí es donde entra la conexión entre la excitación y la dilatación de
la pupila.
Los psicólogos consideran el tamaño de la pupila en
términos de las dos funciones de la exploración de la visión y la explotación.
Cuando estamos explorando nuestros entornos, estamos en la búsqueda de amenazas
y oportunidades, por lo que estamos en un estado de excitación aumentado. La
sensibilidad visual es más importante en la exploración, por lo que nuestras
pupilas están muy abiertas, teniendo en la mayor cantidad de información visual
posible.
Una vez que hemos identificado un objeto de interés y lo
tenemos bajo nuestro control, cambiamos al modo de explotación: Necesitamos
examinar el ítem cuidadosamente para encontrar todas las formas en que podemos
usarlo, para entenderlo lo más completamente posible. Ahora, la agudeza visual
es lo más importante, y nuestras pupilas se dilatan o se contraen para que la
cantidad justa de luz entre.
La llamada respuesta de luz pupilar no es sólo una reacción
mecánica a la cantidad de luz del ambiente, al igual que la apertura de una
cámara. En cambio, las pupilas también se ajustan a nuestras emociones y
expectativas. Así, los ojos pueden ser las ventanas del alma, pero las pupilas dicen
mucho sobre lo que está pasando en la mente de otra persona.
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