No hace falta opacar la luz de otro, para poder brillar con luz propia

Algunas personas suelen necesitar opacar a otros para sentir que pueden resaltar, este tipo de personas está más pendiente de las acciones del otro que de las suyas propias y por eso es que por lo general les resulta mucho más complicado ubicarse donde quieren estar.
Solamente por el hecho de querer apagar la luz de otro, están limitándose a solo robar algo de su luz, no están entendiendo su propia fuente de luz y tienen la idea equivocada de que no todos pueden brillar en simultáneo.

La gente que brilla por luz propia tiene la capacidad de mantener ese brillo a pesar de toda aquel que pretenda opacarla, por lo general tienen seguridad y fuerza interior que las hace resaltar aunque no quieran, su brillo no es programado, es el resultado de lo que contienen en su interior que inevitablemente proyectan en su vida.

Mientras que las personas que solo están atentas a cazar el brillo a su alrededor para ir tras esa luz, no para nutrirse sino para apagarla o robarla, tienen poca fe en sus capacidades, son competitivos y dedican muchas energías en medirse con otros, resultando incomodados con los éxitos, las maneras, el encanto de las personas que van irradiando luz a través de su espíritu, de sus acciones.


La envidia es una de las peores características de la naturaleza humana, demuestra sentimiento o complejo de inferioridad y una alta frustración ante los logros y éxitos de quienes le rodean. Admirar a alguien es algo muy diferente, contentarse por lo positivo que le ocurre a otras personas es inspirador, es retador y habla de la calidad humana y la comprensión de nuestra esencia.

En la vida hay para todos, no es necesario empequeñecer los logros ajenos, ni restarles méritos, mientras más reconocimiento y apreciación tengamos, de las buenas acciones ajenas, esteremos demostrando que sabemos “mirar ojos bonitos en cara ajena”, y que somos conscientes de nuestras capacidades y hasta dónde podemos llegar con nuestro propio esfuerzo y disposición.

Las posibilidades son ilimitadas, nuestro potencial es infinito, si nos creemos capaces, sin duda lo seremos, así que no nos pongamos trabas y consideremos que mientras más luz tengamos a nuestro alrededor, mejor para nosotros. Siempre es positivo con rodearnos de personas que saben explotar sus recursos e irradiar la mejore energía posible, la contenida en todos y que lo único capaz de opacarla o limitarla es nuestra mente. No debemos competir con nadie, debemos intentar hacer de nosotros nuestra mejor versión.

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