No busques unirte a nadie para sentirte completo, únete a ti…

Resulta curioso que vivamos constantemente buscando nuestro complemento, la pareja perfecta, un compañero o compañera que nos haga encontrar, eso que tanto necesitamos y que paradójicamente está en nosotros mismos, pero sentimos que es a través de otra persona que lograremos aflorar y poder manifestar esa parte de nosotros, que no podemos hacer solos.
Ni siquiera el mejor explorador del mundo hace viajes tan largos como aquel hombre que desciende a las profundidades de su corazón. Julien Green

Evidentemente el amor, la tolerancia, la compasión y muchas otras maravillosas emociones, deben compartirse necesariamente con otras personas y de ahí nace su importancia, sin embargo, parte de nosotros mismos y debe estar dirigida en principio a nosotros mismos, no necesitamos unirnos con nadie más para convertirnos en seres maravillosos, somos tales seres y así debemos reconocerlo y aceptarlo.


Buscamos permanentemente unirnos a alguien o algo que maximice nuestro potencial, que saque lo mejor de nosotros, pero la verdad del caso es que no tenemos que atarnos a alguien más para demostrar quienes somos, más bien debemos uniros en mayor medida con nosotros mismos, darnos la oportunidad de  adentrarnos en nuestro propio ser, enfrentar nuestros defectos y virtudes, nuestros peores temores, esa parte de nosotros que nos encanta y nos desencanta.

Sé muy bien de qué estoy escapando pero no qué es lo que estoy buscando. Michel de Montaigne

La unión con nosotros mismos es una fase primordial que debemos afrontar  para activar la conexión innata que existe con nuestro ser interior, resulta entonces que hagamos lo que hagamos direccionando nuestras energías en la búsqueda de un complemento que nos apasione y encienda la pasión en nosotros, cuando evidentemente podemos crear un espacio de unión con otro ser, esto es innegable, pero no para completarnos, sino para compartir un espacio común, de amor, de amistad, de intercambio, de manifestación mutua.

La necesidad que tenemos los seres humanos de estar con alguien, es una necesidad natural que nos permite crecer como personas, desarrollar proyectos, aprender a convivir, desarrollar la tolerancia y generar todo lo que creamos necesitar con esa persona, sin embargo, debemos tener claro que seguimos siendo seres individuales, maravillosos, únicos y con la capacidad innata de amar y expandir ese amor en todos los sentidos posibles, y la misma oportunidad tiene la otra persona que buscamos para complementarnos.

Me mudé al bosque porque deseaba vivir deliberadamente, hacerle frente sólo a los hechos esenciales de la vida, probar si podía no aprender lo que tenía para enseñarme, en vez de quedarme esperando la hora de mi muerte para darme cuenta de que no había vivido. Henry David Thoreau

El caso es que nadie debe ser complemento de nadie, la unión básica esta en nuestro propio interior no yace en el interior de alguien más, podemos crear un espacio hermoso y maravilloso junto a otra persona, pero en la medida en que logres unirte a ti mismo, conocerte a ti mismo, mirar hondo dentro de ti y dejar que esa conexión fluya, entregarte a ella y entender que la unión parte de ti mismo, no debes dirigirla a nadie más para sentirte completo, ni ser el complemento de alguien más, espacios de unión de ambos harían momentos maravillosos, más aún si has logrado la unión  y fusión con tu propio ser…

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