Dicen que quien tiene un
amigo tiene un tesoro. Aunque en muchas ocasiones nos hayamos llevado
desilusiones con los amigos o creamos que la amistad no existe, ocurre algo
parecido al amor. Si encuentras a la persona idónea, la amistad surgirá. Si tú
eres capaz de ser un buen amigo, seguro, seguro que encontrarás a un buen amigo
también.
Cuando lo encuentras, te
darás cuenta que un amigo es capaz de ser el bálsamo que cura y protege tus
heridas. Y es que los buenos amigos son capaces de calmarnos en el peor de
nuestros días; de escucharnos, de hacernos sentir grandes como personas cuando
nosotros tenemos el día tonto… Mis amigos son el bálsamo que cura y protege mis
heridas.
“La amistad duplica las alegrías y divide las
angustias por la mitad.”
-Sir Francis Bacon-
Mis amigos son el
bálsamo que cura y protege mis heridas
Mis amigos son el bálsamo
que cura y protege mis heridas. Ellos son capaces de sacarme una sonrisa cuando
apenas mi rostro reacciona. Ellos son los que me alientan y reconocen mis
virtudes cuando ni siquiera yo ya creo en mi mismo.
Porque me quieren, mis
amigos siempre tratan de decirme la verdad sin herir mis sentimientos. Sus
abrazos, sus palabras o su sola presencia son el bálsamo que cura y protege mis
heridas. Mi vida no sería la misma sin mis amigos.
“Si hay algo que he aprendido, es que la piedad es más
inteligente que el odio, que la misericordia es preferible aún a la justicia
misma, que si uno va por el mundo con mirada amistosa, uno hace buenos amigos.”
-Philip Gibbs-
¿Como reconocer a
los buenos amigos?
Los buenos amigos son
aquellos que se alegran de corazón de lo bueno que te sucede. Se nota en su
mirada, en su sonrisa, en su abrazo… cuando te ocurre algo bueno, el verdadero
amigo se alegra. Y estará a tu lado para celebrarlo.
“Deben buscarse los amigos como los buenos libros. No
está la felicidad en que sean muchos ni muy curiosos; sino pocos, buenos y bien
conocidos.”
-Mateo Alemán-
Para reconocer a los buenos
amigos que tienes a tu alrededor. recuerda que:
Son aquellos que no solo
están en los buenos momentos, también y sobre todo en los malos. Un amigo te
tiene en su pensamiento cuando algo malo te ha ocurrido y quiere de algún modo
estar contigo. Te llama, se interesa por ti y te tiende la mano cuando sea
necesario.
Los
buenos amigos son aquellos que te hacen sentir cómodo, te hacen sentir tú
mismo. Con ellos sientes que puedes hablar con toda confianza
de tus cosas tus preocupaciones, tus problemas… te sientes una persona valiosa
para él.
Son aquellos que te
transmiten algo especial en sus abrazos. Los abrazos son sin duda una de las
manifestaciones corporales con la que más transmitimos. Los buenos abrazos
simplemente se sienten, no se pueden explicar con palabras.
Son esos con los que eres
capaz de compartir confidencias sin vergüenzas. Con un amigo no hay secretos,
sientes que le puedes contar todas tus cosas y te van a entender o van a tratar
de ayudarte con la mejor de las intenciones a resolver tus problemas, tus
conflictos o tus inquietudes.
Los
buenos amigos tienen tiempo para ti. Cuando tienes un amigo
sientes que necesitas verlo y a él le ocurre lo mismo. Aunque no tengáis
tiempo, lo buscáis sea como sea. Pero tú y tu amigo sentís que necesitáis estar
un rato juntos. Da igual que quedéis para un café, ir al cine o hablar por teléfono,
la cuestión es que os dedicáis un tiempo.
Los
buenos amigos no quieren nada a cambio. El verdadero amigo no
quiere nada a cambio, solo tu amistad. Sois amigos porque estáis bien juntos y
nada más. Es algo que siente, que nace del fondo de su ser y se dirige hacia
ti.
Los buenos amigos son
aquellos que te apoyan. Cuando te sientes mal, estás triste o preocupado están
contigo. Son tu refugio para tus días malos. Con ellos puedes estar tranquilo
porque sabes que intentarán comprenderte y que en la medida de lo posible
estarán a tu lado.
Son aquellos que respetan
tus valores. No importa que a ti te guste el blanco y a él el negro, a veces lo
importante no es compartir los mismos valores, sino respetar las diferencias.
Saber que a pesar de que tengáis opiniones distintas, vuestra amistad estará
por encima.
Te
ayudan con tu autoestima. Un buen amigo te hace sentir bien, te
hace sentir que vales como persona. Reconocerá tus cualidades y te ayudará a
descubrir tus potencialidades. Tus amigos saben cuanto vales, por eso están
contigo y por eso te ayudarán a reconocerlo.
Los
buenos amigos te escuchan. Los buenos amigos saben escuchar cuando
sienten que eres tú el que necesita hablar más en ese momento porque algo te
preocupa. Son todo oídos, prestándote atención cada ves que lo necesitas. Por
eso te sientes tan cómodo.
Evitan comentarios que te
puedan herir aunque sean verdad. Un buen amigo va a saber aconsejarte sin herir
tus sentimientos. Sabe cómo tiene que decirte las cosas para no herirte.
Los
buenos amigos te aportan un montón de cosas positivas y te ayudan a crecer como
persona. Gracias a los buenos amigos aprendemos muchas cosas que
nosotros no vemos en ciertos momentos. Ellos también nos enseñan a ver la vida
con inteligencia emocional, con entusiasmo, fuerza y alegría.
“El auténtico amigo es el que lo sabe todo sobre ti y
sigue siendo tu amigo.”
-Kurt D. Cobain-
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