Los 3 problemas más comunes por los que acudimos a los terapeutas

Cuando se trata de salud mental, todos tenemos una opción diaria: practicar la paz o practicar el estrés. Como psicoterapeuta, comúnmente se me piden soluciones a las siguientes preguntas:
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¿Cómo puedo ser más feliz?

¿Cómo puedo aprender a confiar en mí mismo y en los demás?

¿Cómo puedo deshacerme de los pensamientos ansiosos para poder concentrarme en mis prioridades?

No hay una solución única para todos, pero el acostumbrarse y trabajar en los componentes básicos de una vida satisfactoria pueden ponernos en el camino hacia el logro de la paz mental y el bienestar emocional. Los siguientes consejos pueden ayudar con esta práctica:

La felicidad está determinada en gran medida por la forma en que manejas el estrés. Escucha tus temores, y pasa tiempo todos los días en silencio pensando en ellos. Siéntate con ellos, y tal vez incluso agradecerles. Pregúntate: ¿Qué lección debo aprender?
Y sé paciente con el ritmo lento de la resolución de problemas. El tiempo se mueve rápido cuando nos estamos divirtiendo, pero la vida y sus problemas están destinados a ser saboreados. La belleza de sentarse en la mugre es saber que encontrarás tu postura de pie con el tiempo. Transforma tus miedos en fe de que en tu vida todo saldrá bien.

Seguridad. Sepa que el mundo es básicamente un lugar seguro, donde la mayoría de la gente posee buena voluntad. Cuando confías en eso, crees que las cosas funcionarán de la manera que se supone que deben hacerlo. Lo más importante es confiar en sí mismo para resolver problemas. Si bien puede ser difícil encontrar el bien en el mundo, sobre todo teniendo en cuenta el acceso las 24 horas del día a las malas noticias, la verdad es que hay más eventos positivos todos los días que los eventos peligrosos, asustadizos o negativos.



Dirección. Escucha tus pensamientos; Son la piedra angular de tu salud mental y la clave para ejecutar un plan de acción saludable. Prueba este proceso de tres pasos para lidiar con su estrés:

-Replantea. Cuando los pensamientos negativos invaden tu cerebro con el catastrófico "qué pasa si," haz un esfuerzo consciente para mirar el panorama general. El ejercicio de vista de helicóptero puede ayudar: Imagina que estás mirando hacia abajo desde un helicóptero a tu problema. A medida que el helicóptero despega, subiendo más y más, la vista se aleja para revelar una imagen más grande y más amplia menos enfocada en los detalles del nivel del suelo. Cuando retrocedes de una situación emocional, puedes ver las cosas con más claridad y racionalidad.

-Renuncia a la necesidad de controlar una situación u otra persona: La mentalidad de "o esto o nada" y otros comportamientos inflexibles, rígidos o concretos te mantienen miserable y atascado. Dejar ir te proporciona la claridad y la dirección necesaria para centrarte en las cosas que están dentro de tu control y dejar ir lo que no puedes controlar (como a las personas, el clima y el tráfico, para empezar). Pon tu energía en lo que eres capaz de influir y mantente bien con no poder controlar otras situaciones.

-Reestablécete para relajarte: Toma un "descanso cerebral" y experimenta una sensación más ligera de ser. No eres un prisionero ni un participante pasivo en tu vida. Mirarte a ti mismo como un miembro activo y capaz de la sociedad significa que no estás confinado a jugar a la defensa. Por el contrario, jugar ofensas significa que tus acciones son tranquilas, confiadas, medidas, proactivas y con propósito.


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