La vida
está llena de oportunidades, solo hay que saber coger las nuestras.
Por eso hablo aquí sobre abrir una puerta. A veces pensamos que cuando algo se
acaba, el mundo cae sobre nuestras cabezas de forma precipitada. Sin embargo,
hay otra forma de verlo, y es que tal vez estamos siendo bendecidos con el don
una nueva posibilidad de comenzar otra aventura excitante.
Os propongo un ejercicio de
reflexión. En los próximos minutos, nos vamos a preguntar por qué se cierran
las puertas, qué experiencia y sabiduría nos deja cada una de ellas y cómo
podemos aprovechar estos conocimientos para abrir nuevos mundos llenos de
oportunidades.
“No
seas como la mayoría, que se mueren esperando su oportunidad y se pasan la vida
diciendo: “es que no me ha llegado la mía.”
-Héctor
Tassinari-
¿Por qué se cierra
una puerta?
¿Has pensado alguna vez por
qué se cierra una puerta? No olvides que estamos hablando en sentido figurado.
Una puerta física puede ser cerrada por un empujón, por el viento, por accionar
una manivela, por despiste… hay muchas posibilidades.
Ahora, vamos a extrapolar un
cierre de puertas a la vida humana. ¿Por qué se cierran o las cerramos? Hay
muchos motivos en los que podemos pensar ubicados en decenas de posibles
escenarios. Veamos algunos:
Una
relación de pareja que se acaba. Puedes pensar que, cuando
ya no queda nada por lo que luchar en tu relación, cierras la puerta, puesto
que donde antaño hubo llamas y un fuego poderoso, ya no hay ni siquiera
rescoldos o ceniza.
Una
amistad que se rompe. A veces, un buen amigo puede traicionarnos
tanto, que somos incapaces de perdonarle. Le cerramos la puerta para evitar que
siga haciéndonos daño y acabamos con una relación para alejarnos del dolor.
Un
trabajo que se acaba. Muchas veces, en trabajos en los que no
estamos felices, o bien porque aparecen nuevas oportunidades de negocio,
decidimos abandonar y buscar otros caminos profesionales. En ocasiones, son
decisiones dolorosas y duras de tomar.
¿Qué pasa al cerrar
una puerta?
En la mayor parte de las
ocasiones, cerrar una
puerta supone un enorme dolor. Si tienes que abandonar a tu pareja
porque ya no queda nada de lo que hubo, acabar tu relación de amistad con
alguien, dejar un trabajo en el que fuiste feliz, marcharte de la ciudad en la
que vives… todo ello puede provocar un gran sentimiento de tristeza.
Ahora bien, pensemos en las
circunstancias que nos han llevado a cerrar esas puertas. ¿Por qué hemos
llegado hasta este punto?¿Qué ha pasado para que tenga que dejar a mi pareja,
persona que un día fue el centro de mi vida? ¿Por qué me tengo que marchar de
la ciudad en la que soy feliz?
Reflexiona largo y tendido
sobre las decisiones que tomas, y por qué has llegado hasta esa situación. No
te dediques a juzgar a los demás de cuanto te pasa, y encuentra también tu
parte de responsabilidad, porque siempre hubo algo que pudiste hacer mejor o
debiste decir antes. O tal vez no, pero es necesario que lo sepas bien, lo
analices y lo aprendas.
Se abren nuevas
puertas
Ahora, una vez hemos cerrado
la puerta y reflexionado sobre los hechos que nos han conducido a esta
situación, llega el momento de descubrir nuevas oportunidades y disfrutar del
mundo que se abre ante nosotros. Abrázalo con toda tu fuerza, porque aún queda
mucho por hacer.
“Un problema es una oportunidad para que hagas tu
mejor esfuerzo.”
-Duke Ellington-
Has pasado una mala
experiencia teniendo que cerrar la puerta a alguien o algo que amabas, te
importaba o te importunaba. Has reflexionado y aprendido duras pero sabias lecciones
tras lo ocurrido. Ahora, con esa nueva experiencia adquirida, debes mirar hacia el futuro con optimismo y descubrir
las nuevas oportunidades que se abren ante tus ojos.
Tienes más experiencia y
sabiduría. Úsalo para aprender de cuanto hiciste mal, y evita repetirlo.
Aprende de cuanto obraste en el camino correcto, y refuérzalo en futuras
experiencias. Aprovecha todas las oportunidades que te ofrece la vida.
Nada se acaba. Tanto si abandonas a un ser querido como si pierdes a
un gran amor, tu vida no se termina. Aún te queda mucho por hacer,
un gran número de puertas por abrir, aventuras de las que disfrutar, gente a la
que conocer, trabajos en los que empezar, ciudades que visitar…
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