A veces duele, a veces cansa, a veces es injusta… pero aun así la vida es maravillosa

Quién no tiene alguna queja de su vida? Si es tu caso, felicidades! Tienes un concepto mucho más claro de la vida que la mayoría. La verdad es que la vida es cómo la asumamos, mientras más valor tenga en nuestras creencias, en nuestros pensamientos, en nuestro sentir, más hermosa la veremos.
En algunas ocasiones podemos verla como un montón de pruebas que debemos aprobar para seguir adelante, en otros, podemos verla como una tortura, sin entender mucho, cómo es que sufrimos tanto en ella, en otros podemos no encontrarle sentido alguno, dando millones de argumentos, la mayoría válidos… Pero cuando dejamos de pensarla, especialmente de manera negativa y asumimos vivirla, las cosas se tornan muy, muy especiales.


Cuando valoramos el hecho de estar aquí, así sea atravesando un momento difícil, cuando podemos apreciar un paisaje, una mariposa multicolor, cuando vemos en los ojos de un anciano tanta sabiduría, cuando vemos la inocencia y la luz en la mirada tierna de un niño, cuando escuchamos la lluvia caer, cuando apreciamos cómo cambian las formas de las nubes, estamos por momentos apreciando esta maravilla que nos fue otorgada.

La muerte, aunque no tiene porqué rondar por nuestra mente de manera constante, podemos verla como un recordatorio de que todo cambia, y ella inclusive no tiene que ser vista de manera negativa, solo es el fin de nuestro ciclo acá, probablemente continuemos más allá de lo que conocemos, quizás no, y esto sea todo, pero el saber que todos llegaremos a ella debe concientizarnos para aprovecha nuestro tiempo acá y hacer lo que realmente consideremos importante, lo que nos haga feliz…

Lo ideal es hacer cualquier cosa, por pequeña o grande que sea con todo el amor del mundo, porque en ella estamos dedicando nuestro tiempo, nuestra vida de ese momento y si fuese lo último que haríamos, bien valdría la pena hacerlo con amor, e imprimirle toda esa energía vital que nos caracteriza.

Vivamos más, pensemos menos, perdonemos con prontitud  y dejemos de etiquetar, sembremos lo mejor de nosotros, quizás no lleguemos a probar esos frutos, pero de seguro serán dulces y placenteros. Por qué esperar que no haya marcha atrás, para apreciar cada instante, para no desperdiciar nuestro tiempo con discusiones estériles, con lamentos inútiles, si cada segundo es una nueva oportunidad para apreciar la vida, para agradecer esta oportunidad?

Algunos que se hacen llamar desafortunados tienen sus días contados y eso les permite impregnarse de amor, de cosas importantes, de lo que les hace feliz y el resto que no sabe a ciencia cierta cuándo se irá, pero a veces es mucho antes de lo que cree, no se hace consciente de este regalo, de lo que realmente queda, lo vivido, lo sonreído, lo amado, lo bailado, lo comido… nuestras experiencias… lo que damos a quienes amamos, nuestra firma personal.  La vida puede ser muchas cosas… pero no podemos negar que es maravillosa!

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