Como terapeuta, he trabajado con muchas personas de alto
rendimiento que no se sienten dignas de su éxito. Desde un graduado reciente de
la universidad que había conseguido un trabajo con buena paga, hasta un adulto
maduro que acababa de recibir otra promoción, todas estas personas sufrían del
síndrome del impostor.
IMAGEN: JESSICA-ART |
Cómo dejar de sentirse como un impostor
Si alguna vez has sentido que no eres lo suficientemente
bueno, no estás solo. Sin embargo, si no eres cuidadoso, esos sentimientos
pueden impedirte alcanzar tu mayor potencial. La buena noticia es que puedes
tomar medidas para cambiar tu perspectiva para que puedas abrazar tus logros.
Aquí hay cinco maneras de eliminar la creencia de que no
eres lo suficientemente bueno:
Reconoce tus fortalezas
Es posible que hayas recibido un “golpe de suerte” pero no le
debas todo tu logro a ese golpe de suerte. Reconoce que eres talentoso. De lo
contrario, no estarías donde estás hoy.
Anota tus logros y tus fortalezas. Lee tu lista con regularidad,
especialmente cuando te sientas mal. Recuérdate a ti mismo que tus fortalezas
pueden ayudarte a llegar lejos en lo que te propongas.
Comparte tus pasiones con otros
Es fácil olvidar hasta dónde has llegado y cuánto has
aprendido. Enseñar una clase, iniciar un blog o asesorar a otro profesional
puede recordarte tus logros. Compartir tus conocimientos también puede ayudarte
a mantenerte apasionado acerca de lo que estás haciendo.
Dirige tu auto-duda
Cuando la incertidumbre sobre ti mismo te arrastra, no la
ignores, dirígela. Responde a la dura autocrítica con algo más compasivo. Habla
con contigo mismo como un amigo de confianza y niégate a creer en tu monólogo
interno negativo.
Date permiso para jugar
Cambiar tu comportamiento es fundamental para cambiar la
forma en que te sientes. No te olvides de hacer las cosas que amas. Date
permiso para relajarte a veces. Hacerlo te ayudará a disfrutar de los frutos de
tu trabajo, lo que te permitirá ver que mereces todo lo que has ganado.
Acepta los cumplidos con gracia
Las personas con síndrome del impostor demasiado a menudo disminuyen
las palabras amables de los demás. Inventan excusas para su éxito o minimizan
sus logros. Comprométete a aceptar elogios con gracia ofreciendo un simple
"gracias" cuando otros reconozcan tu trabajo.
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