Nadie pone en dudas el poder sanador que la música tiene
para el alma. Las notas musicales tienen la facultad de hacernos olvidar los
problemas y la tristeza, y hasta pueden hacernos soñar. Como si todo eso fuera
poco, la ciencia indica que la música también puede ayudarnos a sentir menos
dolor.
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IMAGEN: PEXELS |
El doctor en terapia de la música Jin-Hyung Lee, quien
trabaja para la Ewha Womans University en Corea del Sur, revisó más de 97
estudios controlados conducidos entre 1995 y 2014 donde se estudiaban los
efectos de la música en pacientes que sufrían de dolor crónico y agudo
relacionado con el cáncer y otras condiciones.
En esos estudios, se monitorearon las reacciones de 9147
participantes en respuesta a las ondas sonoras. Los investigadores midieron la
autoevaluación del dolor de los propios pacientes usando la escala del 1-10, el
estrés emocional provocado por el dolor, los signos vitales y la cantidad de
analgésicos que estos tomaban.
Aunque no se observó una disminución considerable del
consumo de medicamentos para atenuar el dolor, se reportó una disminución
promedio de 1 punto en la escala del dolor después de tomar una terapia de 38
minutos de música. Entre los géneros usados, los investigadores combatieron el
dolor con música clásica, jazz lento, rock suave y baladas. Un cuarto de los
participantes seleccionó la música que quería escuchar. También se observó una
disminución en el ritmo cardíaco y la presión sanguínea como parte de su efecto
relajante.
La terapia de música también se viene empleando con éxito
desde hace años para tratar a niños con autismo. La música estimula ambos
hemisferios cerebrales por lo que tiene un impacto muy grande en los procesos
cognitivos en estos pacientes, incluyendo el aprendizaje del lenguaje. La
música estimula regiones del cerebro que coinciden con las encargadas de
procesar el sistema de neuronas de espejo, el cual es responsable por
interpretar la información relacionada con las acciones creadas por otros
factores independientes al ser que las interpreta.
El poder de la música para estimular el cerebro y acelerar
la recuperación también se está usando para tratar a pacientes en coma y en
salas de cuidados intensivos. Se cree que la música es una herramienta efectiva
con estos fines. En su libro Waking the Spirit, el guitarrista clásico Andrew
Schulman asegura que la música lo ayudó a recuperarse de un coma que sufrió.
Desde entonces, Schulman se dedica a tocar la guitarra para pacientes en coma,
aunque no es un profesional de la terapia de música.
Por el momento, la recopilación del doctor Lee no sugiere
que la música de alguna forma pueda convertirse en un sustituto para los
analgésicos. Pero queda demostrado que es una herramienta adicional efectiva.
Así que la próxima vez que vayas por una aspirina, también deberías escuchar un
poco de música. No cuesta nada y aporta mucho.
Escrito por Kevin Guanilo de Hoy Aprendí.
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