Son las 8:00 am y estás saliendo de tu casa apurado,
bastante seguro de que tienes todo lo que necesitas.
Laptop… si está.
Celular… si está.
Periódico… si está.
Taza de café a prueba de derrames… si está.
Pero las llaves no las encuentras por ninguna parte. Ya
viste en tu mesa, encima del microondas y en tu mesa de noche. ¡Nada!
Es como si le crecieran pequeñas piernas a la llave y se
escondiera debajo del sofá. Ahora ya estás tarde para el trabajo. Recién empieza el día
y ya estas estresado.
Si te sientes identificado con esta situación, tenemos la
solución a tu problema.
Es más fácil de lo que piensas…
IMAGEN: PEXELS |
Tienes
demasiadas cosas en tu cabeza
El problema es que esto no cosa de una sola vez. Hoy fueron
tus llaves, ayer fue tu celular, y mañana serán tus calcetines.
Recibes un montón de consejos como "Necesitas dejar de
ser tan distraído" o "Trata de ser más consciente" o "¿por
qué no pones sus cosas donde se puedan encontrar?".
Y tú piensas: ¿Es en serio? Nunca lo intenté…
Tiene millones de cosas en tu mente todo el tiempo entre el
trabajo (¿Realmente necesitamos tener 5 reuniones al día, cuando se supone que
debo hacer mi trabajo real?), La casa (el caño sigue malogrado) y la Familia
(tienes que enviar a mamá una tarjeta por el Día de la Madre y los niños tienen
fútbol y práctica de béisbol esta semana).
Estás bastante seguro de que, si pudieras tener un poco de
tiempo para concentrarte en ti mismo, podrías organizar las cosas. Tu casa se
vería como un hogar de espectáculo: habría un lugar para todo y todo estaría en
su lugar.
El problema es que nunca vas a encontrar el tiempo y
tendrás que empezar tu día estresado por no encontrar algo.
¡Así que aquí está el truco!
Cada vez que vayas a dejar algo en algún lugar, antes de
soltarlo, di su nombre en voz alta. La memoria que generas con esa acción
atrapará la ubicación de ese ítem en tu cerebro.
Por ejemplo: Si vas llegas a casa y vas a dejar las llaves
en la mesa, o en el mueble o donde sea, antes de soltarlas di en voz alta el
lugar en donde lo dejarás y listo.
Con toda certeza cuando quieras buscar las llaves al día
siguiente, sabrás donde las dejaste y simplemente irás a cogerlas.
Y sólo piensa en los beneficios inmediatos: no hay aumento
en el estrés por haber perdido algo (de nuevo), estás más relajado y no tienes
que preocuparte por cómo será la mañana del día siguiente.
Eres un cuadro de calma en un océano de caos.
Incluso mejor, no tener esta preocupación y estrés cada
mañana libera tu energía mental para otras cosas. Este pequeño truco podría ser
un hábito clave que abre toda una gama de posibilidades buenas para tu vida.
Escrito por Kevin Guanilo de Hoy Aprendí.
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