No es un ningún secreto que un ambiente de trabajo tóxico
puede pesar mucho en tu salud mental. A raíz de esto, como lo demuestra un
estudio publicado en la revista Medicina Ocupacional y Ambiental, tener un
trabajo muy malo es peor para tu bienestar mental que no tener un trabajo. Un
mal trabajo es uno aburrido, repetitivo, inestable, significativamente debajo
de nuestro nivel, o una combinación de los 4. Desafortunadamente, la reciente
recesión ha provocado que mucha gente opte por puestos así.
IMAGEN: PEXELS |
“Los que ascendieron de puesto mostraron una mejora
significativa en su salud mental en comparación con los que se quedaron sin
trabajo” dijo Peter Butterworth al analizar los resultados de su investigación.
“Los encuestados que trabajan en malos empleos mostraron un empeoramiento
bastante significativo en comparación con los que se quedaron sin empleo”. Los
investigadores evaluaron los trabajos basados en la “calidad psicosocial”, o la
medida en la que los trabajos promueven el control, la autonomía, los retos, la
variedad y la discreción en tareas. A su vez, la calidad psicosocial determina
si un trabajo aumenta o disminuye el bienestar psicológico de una persona.
Este hallazgo contradice la creencia común de que cualquier
trabajo es un buen trabajo y que la permanencia en el mercado de trabajo, no
importa lo mal que la pases, es mejor que estar desempleado. Por desgracia, ese
pensamiento se ha acentuado durante bastante tiempo, y cuando nos toca vivir
tiempos duros, la gente no lo piensa dos veces y trabaja en donde sea.
Escrito por Kevin Guanilo de Hoy Aprendí.
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