Y
llegas a ese punto en la vida, en que realmente te sientes tú, plena, completa,
especial, realizada y dispuesta, no importan los logros alcanzados,
las decisiones tomadas, los errores pasados o los aciertos presentes y constantes,
simplemente sientes que ya no necesitas probar nada a nadie, demostrar,
complacer ni sembrar confianza, te basta contigo misma y lo que eres, sabes quién
eres.
Pasamos la mayoría del
tiempo de nuestras vidas, intentado ser algo, alguien, encajar en un entorno
que muchas veces ni se corresponde con lo que realmente queremos o necesitamos,
es más bien una carrera contra todo, una especie de contra reloj, en el cual
los minutos se hacen segundos y el tiempo nos condiciona completamente, debemos
ser profesionales, mujeres, esposas, madres, amigas y cualquier otra ocurrencia
que se ajuste a cualquier nueva exigencia de la sociedad o de lo que sea y
además lidiar con las miradas de quienes esperan que demos cada paso y que lo
hagamos bien.
Pero
decidimos vivir…
Pero se llega a ese punto,
donde sientes que es el momento de librarte de todo aquello, de despejar tu
mente, de reconocer tu cuerpo, de valorarte, de ver tu esencia y especialmente
de sentir que nada hay en el mundo que debas hacer para demostrar nada a nadie,
que ésta es sencillamente una idea que acompaña a muchas personas durante toda
su vida, pero eso no la hace cierta.
Lo que necesitamos…
Realmente no necesitamos la
aprobación de nadie, no debemos vivir condicionadas por el “qué dirán”, no hay nada
que pueda influenciar nuestra vida de tal manera que nos obligue a actuar de
ciertas maneras, para demostrar algo, para superar pruebas, para que alguien se
de cuenta…de qué?
¿Qué
necesitas realmente en tu vida? ¿Qué has hecho de ti y para quién?…basta con
que te sientas conforme con quien eres, con tu vida, con tus elecciones hasta
cuando cometes errores, son tus errores, tienes el pleno derecho de evaluar y
escoger tus caminos, a fin de cuentas nadie los recorrerá por ti.
Disfrutar lo que
soy…
Ya no deseo complacer, dar
explicaciones a quien no le importa, razonar sobre cosas que no me interesan,
perder tiempo…perder valioso tiempo haciendo cosas que no nacen de mi ser, que
no nutren mi vida y que no necesito hacer…quiero ser lo que soy, una mujer
entera, plena, dichosa sin máscaras, sin ataduras, sin velos ni expectativas,
no me interesa que alguien piense algo de mí, que alguien diga o no algo de mí,
ser tomada en cuenta para esto o aquello…soy feliz de ser…eso me hace libre.
Fuente: el post completo y original lo puedes encontrar en mujer
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