De acuerdo al budismo, la
principal causa del sufrimiento viene generada por los apegos, los cuales
suelen confundirse con el amor. El apego se diferencia del amor, porque el
principal beneficiado es quien genera el apego, se busca el bien para uno
mismo, mientras que el amor da libertad, procura el bien y la felicidad del
otro, sin que esto represente tenerlo en nuestras vidas, está libre de egoísmo,
de necesidades, no se encarga de llenar espacios que creemos vacíos.
El mundo está lleno de
sufrimiento. La raíz del sufrimiento es el apego a las cosas. La felicidad
consiste precisamente en dejar caer el apego a todo cuanto nos rodea. ― Buda
Gautama
Cuando actuamos desde los
apegos normalmente dejamos de disfrutar el momento presente, estamos
preocupados por no poder mantener aquello que creemos nuestro o no conseguir
más de que aquello que pensamos necesitar, dejamos realmente de vivir lo que
pasa en nuestra vida, lamentándonos por cosas del pasado que ya no están o
preocupándonos porque lo que queremos esté en nuestro futuro.
Realmente no necesitamos
nada, somos perfectos como somos, como estamos, solo que por lo general estamos
inconformes, nuestra mente nos habla continuamente de lo que podríamos tener, o
nos hace extrañar lo que en algún momento tuvimos, mientras que nos perdemos el
único momento que existe, que es el momento presente.
Si no sabemos callar esa
voz, siempre seremos vulnerables al sufrimiento, generado por el apego, por el
miedo, por la sensación de pérdida, por la avaricia, el egoísmo. Todo pasa, lo
bueno y lo malo resultan transitorios en nuestras vidas. Por ello es importante
realmente apreciar y amar desde la libertad, agradeciendo la posibilidad de
haber vivido una experiencia, estando atentos a lo que forma parte de nuestras
vidas y nos resulta posible disfrutar.
Cuando realmente amamos, sin
importar el beneficio que eso está generando en nosotros, lo hacemos desde
nuestro corazón, sin pensar que las personas nos pertenecen, que perdemos
cosas, que la muerte es el fin, que lo que tenemos nos define, en fin… nuestra
consciencia se amplía y nos permite ver más allá de nuestro ego, que se
caracteriza por sentirse continuamente amenazado, que siempre está en estado de
alerta, generando una preocupación, tratando de acaparar cosas, personas,
troquelando nuestro nombre en todo lo que le interese, para que no exista duda
de que nos pertenece.
Resulta que llegamos acá sin
nada y de la misma forma nos iremos, ni siquiera nuestros hijos son nuestros,
son de la vida y han venido a este mundo a través de nosotros para vivir sus
propias vidas, para tenernos de guías y desde allí debemos amarlos. Aprendamos
que nada nos pertenece realmente, que no necesitamos de nada, que lo único que
realmente nos define es nuestra esencia y el amor que es lo que verdaderamente
trasciende.
Fuente: el post completo y original lo puedes consultar en rincondeltibet
El verdadero sentido del cristianismo nos enseña que sin tener apego a las cosa del mundo ni a las personas hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios único y verdadero para disfrutar de este mundo en nuestra existencia terrenal -Así sentiremos que nada nos pertenece eternamente y a la vez que somos herederos de una promesa de visa eterna a la que fuimos llamados y que por el egoísmo y el pecado nos fue quitada .la VERDAD Y LA VIDA están en el CAMINO que nos señala JESÚS, a quien todos los maestros de las distintas religiones y creencias reconocen como tal.
ResponderEliminarTiene toda la razón. La "verdad" fue quitada por la Iglesia (escondida) y la "vida" por el camino pecaminoso. En DIOS está la verdad. Como ? meditando y llegando a la paz espiritual. Meditando podemos ver la verdad presentándose como revelación y la vida será eterna, (sólo en espíritu no corporea)
ResponderEliminar