Por: Valeria Sabater
A menudo, nos quejamos de lo
corta que es la vida, cuando en realidad el problema está en que empezamos
tarde a vivirla de verdad. Solo cuando dejamos caer las máscaras, los pesos y
los vínculos caducos, damos el paso: abrimos por fin la puerta a esa criatura
hermosa que como un lobo hambriento, emerge libre en busca de su propio
territorio.
Okot p’Bitek fue un
interesante poeta y escritor ugandés que dedicó gran parte de su carrera a
ensalzar la cultura tradicional africana. Según él, las personas nunca seremos
completamente libres. Todos ocupamos un puesto en nuestra sociedad: somos
hijos, hermanos, madres u hombres-medicina. Sin embargo, todos estos vínculos
no son más que puntos de origen. Porque tenemos también la oportunidad de crear
nuevos horizontes, aún manteniendo unas raíces comunes.
“La libertad significa responsabilidad, por eso la
mayoría de hombres le tiene tanto miedo”
-George Bernard Shaw-
Todos llegamos siendo libres
a este mundo. Sin embargo, la vida, nuestras familias y el propio contexto
social que nos envuelve va moldeándonos poco a poco con sus múltiples manos y
tibios alientos. Lejos de asumir cada trazo inscrito y cada forma, somos
nosotros los auténticos artesanos, nosotros quienes en un momento dado
deberemos elegir qué aceptar de esa transmisión de valores y enseñanzas y qué
denegar.
Okot p’Bitek nos dejó una
gran sabiduría en libros como “Son of Lawino”. Nunca dejaremos de ser hijos de
alguien, hermanos de alguien o nativos de un pueblo concreto… Sin embargo, aún
sabiendo cuáles son nuestros orígenes tenemos pleno derecho a DESPERTAR y a construir el tipo de vida que deseemos.
Y tú, ¿ya has
empezado a vivir de verdad?
Es posible que el concepto
“vivir de verdad” sea algo desconcertante para muchos. ¿No estamos todos vivos?
¿No gozamos del don de la vida solo por haber nacido y respirar en este mismo
momento? La verdad es que hay una clara diferencia entre existir y alcanzar esa
vida plena donde uno goza con autenticidad de lo que es, de lo que tiene y de
lo que hace. Porque entre que nacemos y nos vamos de este mundo hay un tiempo
precioso llamado vida que merece aprovecharse con intensidad.
Ahora bien, pero ¿cómo
hacerlo? ¿cómo propiciar ese despertar? Erich Fromm, célebre psicoanalista,
psicólogo social y humanista alemán, solía decir que el ser humano pasa gran
parte de su existencia ajustándose a lo que la sociedad etiqueta como normal
pensando que eso, es “lo bueno y lo correcto”. Sin embargo, la mayoría de las
veces acabamos anclados a ciertos vínculos, comportamientos y actividades que
van en contra de nuestros auténticos deseos.
Nos tragamos nuestras
amargas frustraciones y escondemos los anhelos en las profundidades de nuestro
ser como navíos oxidados, como tristes reliquias que es mejor no mirar porque
la cotidianidad nos arrastra. Porque hay que cumplir, encajar y formar parte de
ese engranaje que conforma el pensamiento único donde por supuesto, no existe
la libertad. Despertar de este triste ensueño requiere valentía. Porque solo
quienes están dispuestos a iniciar su propia revolución personal, empezarán a
vivir como de verdad desean.
Cómo iniciar tu
despertar en 5 pasos
Puede parecer una ironía.
Sin embargo, son muchas las personas que avanzan por sus senderos vitales con
el corazón apagado y la mente conducida por un piloto automático programado
para dejarse llevar. Es una existencia más fácil, pero sin duda, menos feliz, menos
auténtica y satisfactoria.
La alquimia esencial para
favorecer ese despertar o esa transformación se basa en cinco sencillos pasos
en los que podemos reflexionar unos instantes. Son los siguientes.
No dejéis que el ruido ahogue vuestra propia voz
interior. Ella ya sabe lo que vosotros realmente queréis ser”
-Steve Jobs-
Claves para empezar
a vivir la vida que deseas
Volvamos a ahora a ese dato
del que hablábamos al inicio del artículo citando al escritor ugandés Okot
p’Bitek. A día de hoy, hay diversos aspectos que sin duda te definen, lo
quieras o no. Eres hijo de alguien, eres hermano/a, y eres compañero o amiga. A
su vez, también tienes una posición determinada en esta sociedad marcada por tu
desempeño laboral.
Esas cosas te vinculan a
ciertas entidades, pero no tienen porqué definirte hasta vetar tu capacidad
decisión. Tú controlas el tipo de conexión que deseas mantener: cercana si te
da felicidad, distanciada si te causa sufrimiento.
Deja de fingir. Este aspecto
es esencial, hemos de ser capaces de dejar de aparentar que estamos bien cuando
lo que nos rodea nos quema por dentro. Dejar de decir “estoy genial” cuando no
es así . No gires más la cabeza cuando algo no te agrade. Sé auténtico, que tus
pensamientos vayan en concordancia con tus actos y que tu voz, suene con
firmeza.
Aprende a renunciar.
Entiende que para empezar a vivir la existencia que de verdad deseas, tal vez
debas dejar atrás muchas cosas, muchas personas.
Vive el momento presente,
practica una atención plena y recuerda que el mejor momento para todo, siempre
es AHORA.
Sigue tus intuiciones.
Aprende a escucharte, a conceder valor a esa voz interior que te dice antes que
nadie qué merece la pena y qué no.
Para concluir. Recuerda que
en realidad no se trata de vivir mucho o poco, se trata solo de darle
significado a cada momento y valorar la propia vida como lo que es: un regalo
que no podemos desaprovechar.
fuente: el post completo y original lo puedes consultar en lamenteesmaravillosa
Imágenes cortesía de Sophie Wilkins
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