La capacidad de "mirar
hacia el interior de uno mismo" es una cualidad propia y distintiva del
ser humano. Ningún otro ser vivo posee esta capacidad. Es una herramienta tan
útil como necesaria. Nos ayuda a analizarnos y a conocernos a nosotros mismos.
Bien es verdad que desde un prisma subjetivo, por lo que debemos hacerla
siempre desde la madurez y con la mayor honradez y seriedad de la que seamos
capaces. "Engañarse a uno mismo" es una de las mayores estupideces que,
en ocasiones, hacemos todos los seres humanos.
Desgraciadamente, en el
mundo actual, hay mucha actividad "exterior", mucha imagen, muchas
apariencias externas... Se valora principalmente, cuando no únicamente, la
imagen exterior que proyectamos, el estatus social y económico que poseemos y cosas
que, en ocasiones, nada tienen que ver con el verdadero valor personal y la
calidad humana que ofrecemos.
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