¿El dinero puede hacernos felices?

Mucha gente comparte un concepto erróneo bastante común. Ellos creen que tener mucho dinero puede hacerte feliz. Algunos incluso dicen que cuanto más dinero tengas, más feliz puede ser. Otros creen que tener dinero no es espiritualmente o socialmente aceptable, y que el dinero es la causa de todo mal. ¿Alguna de estas creencias realmente es verdad? Para responder a esta pregunta, comienza por preguntarte, ¿qué significa el dinero para ti, y cómo lo tratas cuando lo tienes?
IMAGEN: PEXELS
Dependiendo de cómo se utilice, el dinero puede crear cambios poderosos y positivos en el mundo. Tener dinero nos permite funcionar mejor en el mundo, proporciona comodidad en nuestras vidas y en las vidas de los demás. Sin embargo, porque el apego al dinero se basa en el miedo, siempre crea inseguridad. El deseo de tener más dinero, y por lo tanto sentirse más seguro, nunca termina. La seguridad nunca debe venir del dinero solo. Algunas de las personas que tienen más dinero también son las más inseguras. ¿Significa esto que debes renunciar al deseo de alcanzar la riqueza? No necesariamente. En sí mismo el dinero no es ni bueno ni malo. Es lo que elegimos hacer con el dinero lo que determina si tendrá un efecto positivo en los demás, en la sociedad, en el mundo y en nosotros mismos.



Como muchos, probablemente piensan que los logros como la educación, el matrimonio, la familia y el estatus hacen feliz a una persona. Los estudios sobre la felicidad en varios países han encontrado que, si bien el dinero hace que estos logros sean más alcanzables, tiene poco que ver con la felicidad (excepto entre los muy pobres) en comparación con el sentido característico de bienestar de un individuo. Algunos psicólogos creen que la felicidad es genética. Otros científicos dicen que pueden haber localizado una importante área del cerebro donde se genera la felicidad.

Mientras estas ideas son debatidas, no tenemos que esperar para comenzar a descubrir la felicidad dentro de nosotros mismos. Cada una de nuestras vidas está salpicada de amplias oportunidades para descubrir la felicidad. Busca las pequeñas cosas que te dan una pequeña risa o una sonrisa. Tómate el tiempo para estar con tu familia y amigos. A largo plazo, estos son los tesoros que mejoran tu felicidad, no algunos grandes logros que te hacen sentir bien por un corto tiempo. El dinero por sí solo no te hará feliz.
Debes darte cuenta de que la verdadera felicidad resulta de compartir generosamente de ti mismo, tu mente, emoción y espíritu, con todos aquellos que entran en contacto contigo. Sé optimista. Haz buenas obras para los demás. Encuentra la felicidad muy al margen del dinero que puedas tener.


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