“Puedo aceptar el fracaso, pero no puedo aceptar no
intentarlo.” – Michael Jordan
Muchas veces las cosas van bien o incluso
mucho más que eso. Pero hay algunos días en los que no.
Si cometes un error, lo puedes arreglar o
simplemente fallas. No es divertido pero no puedes evitarlo a menos que evites
hacer algo.
Así que lo que se necesita es una forma
inteligente de manejar estas situaciones en lugar de dejar que nos arrastran
hacia abajo y que nos lleven a la negatividad para el día o el mes.
IMAGEN: PEXELS |
Es por eso que te compartimos 5 hábitos
que te serán útiles:
Primero,
acepta cómo te sientes
Cuando fracasas lo más probable es que te duela. A veces un
poco. A veces mucho. Está bien. No trates de empujarlo lejos para distraerte o
trates de poner la responsabilidad sobre el resto del mundo (si en el fondo
sabes que es tuya en parte o totalmente). Y no trates de pintarlo con una
sonrisa. Es mejor intentar aceptarlo, dejarlo entrar y que duela por un tiempo
en lugar de intentar rechazarlo todo y mantenerlo alejado.
Se
constructivo y aprende de esta situación
Debes ver la información como algo valioso y algo que se
puede utilizar para mejorar un lugar en solo un paso. La manera más simple y
más útil de hacer eso es preguntarte a ti mismo mejores preguntas (en vez de
las comunes que te envían a una espiral negativa).
Preguntas como:
¿Qué puedo aprender de esto?
¿Cómo puedo mejorar mi curso para evitar este inconveniente
/ cometer el mismo error y probablemente hacerlo mejor la próxima vez?
¿Qué es lo que puedo diferenciar la próxima vez?
Recuerda: cualquiera que quiera hacer cosas de valor en la
vida, fracasará
A menudo casi siempre escuchamos sobre los éxitos de la
gente. Pero el camino hacia esos hitos tiende a tener muchas dificultades. La
historia del éxito de alguien puede parecer brillante y rápida según lo que se
dice en los medios de comunicación o imaginamos en nuestras mentes. Pero la
realidad - y la mejor forma de abordar los contratiempos - es muchas veces más
parecida a esta cita de Michael Jordan:
"He perdido más de 9000 disparos en mi carrera. He
perdido casi 300 partidos. 26 veces, he sido de confianza para tomar el tiro
ganador del juego y lo perdí. He fallado una y otra vez en mi vida. Y por eso
triunfé.”
Déjalo
salir a la luz
Otra forma poderosa de manejar las consecuencias
emocionales y los pensamientos que provienen de un fracaso es no mantenerlo
todo embotellado en el interior. Pero déjalo salir a la luz, hablándolo con
alguien cercano. Al contar todo mientras que la otra persona sólo escucha puede
ayudarte a ordenar las cosas en tu cabeza, te ayuda a aceptar lo que sucedió en
lugar de evitarlo y te liberas de esa presión interna. Al tener una
conversación sobre la situación puedes tener otra perspectiva a través de los
ojos de otra persona. Esta persona puede ayudarte a poner los pies en la tierra
y en realidad de nuevo, para alentare y tal vez incluso para encontrarte un
camino a seguir.
Encuentra
la inspiración y el apoyo del mundo
Una conversación con alguien cercano a ti puede ser muy
útil. Otra cosa que puedes hacer es aprender de aquellos que han ido a dónde
quieres llegar. Lee acerca de cómo esa persona manejó contratiempos y puntos
bajos antes o durante sus éxitos, ya sea en libros, en sitios web o foros en
línea. O simplemente puedes aprovechar el entusiasmo o la motivación de otra
persona mediante la escucha de un podcast o un libro de audio por unos 30-60
minutos. Esto puede no ser específicamente acerca de tu desafío actual, pero
puede ayudar a cambiar tu estado de ánimo y la mentalidad hacia el optimismo de
nuevo.
Escrito por Kevin Guanilo de Hoy Aprendí.
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