“Aferrarse
a la ira es como agarrar un carbón caliente con la intención de tirárselo a
alguien más; tú eres el que te quemas” – Buda.
![]() |
IMAGEN: PEXELS |
Tengo una tendencia a reaccionar, incluso exageradamente en
ciertas situaciones. Si me mandas un correo basura, ten mandaré uno de vuelta.
Podría ponerme furioso y alzar la voz. Oh, y sabrías que estoy enojado. No soy
un agresivo pasivo – soy agresivo, como si tuviera un peleador de bar dentro de
mí.
Es algo que he estado tratando de analizar hace tiempo. He
tenido que profundizar y preguntarme, ¿de qué se trata realmente esta ira?
He estado tratando de controlarlo. La semana pasada fue una
semana con bastante carga de trabajo y hubo algo que hicieron que me enojó
mucho. Habían tomado decisiones importantes sin mi consentimiento, y yo soy el
líder del grupo. No solo eso, ni siquiera fueron comunicadas esas acciones. Al
principio estaba muy enojado. Estaba a punto de explotar, pero no lo hice. Me
detuve. Respiré, medité caminando y me calmé. Esperé algunos días para
responder, pero lo hice cuando estaba enfocado en la resolución del problema,
no en lo que había pasado.
El problema surgió luego. Se volvieron a tomar decisiones
sin mi consentimiento y planeaba esperar unos días para resolverlo, pero en
pleno ataque de ira, recibí un correo de un socio del proyecto muy enojado.
Rompí la regla que tenía en la mano y me desquité con la mayoría de la oficina.
Me he dado cuenta de algunas cosas al reflexionar sobre
estos episodios. Primero, mientras más episodios como estos me suceden, más me
doy cuenta que las situaciones que ocurren en la vida no son sobre mí. Mi ego
es el que quiere que piense que son sobre mí, pero no es así. De hecho, muy poco
en la vida tiene mucho que ver conmigo, y eso es algo bueno. El truco es no
tomar nada como algo personal, y quiero hacerlo. Así que he empezado a
preguntarme, si no lo tomo como algo personal, ¿cómo se vería la situación?
¿Debo hacer algo? Era hora de tomar una visión más objetiva.
En segundo lugar, finalmente consigo darme cuenta que nada
se resuelve con cólera, y en eso estoy trabajando, en no responderle a nadie
así. Si estás respondiendo con ira ante una situación de trabajo o ante algún
problema en tu vida, no llegarás a ningún lugar.
Me levanté de mi tropiezo y seguí adelante. He decidido
mantener una actitud positiva ante cualquier situación. Cuando estoy enojado no
puedo ver más allá de mí mismo. Y mis capacidades se vuelven limitadas. Así no
podré superarme, no podré estar presente para los demás, ni siquiera para la
vida. Eso no es lo que quiero. Es hora de ir más allá y dejar el carbón
caliente.
Escrito por Kevin Guanilo de Hoy Aprendí.
Comentarios
Publicar un comentario