No hay nada tan satisfactorio como cosechar el fruto de tu
trabajo. Todas esas largas horas en el trabajo, un sinnúmero de reuniones,
llamadas telefónicas y correos electrónicos puede que te hagan exitoso en tu
carrera, pero tu familia tuvo que pagar el precio. Casi nunca pasas tiempo con
tu esposa. Y tus hijos están creciendo cada vez más lejos de ti.
Lograr un equilibrio entre el trabajo y tu familia puede
ser un gran reto, pero, como en todos los retos, hay una salida. Mediante la
estructuración adecuada de tus hábitos y rutinas diarias podrás crear
suficiente tiempo para pasar con tu familia.
Ya no tienes por qué perderte momentos valiosos con tus
hijos y tu esposa. Al final, estarás muy contento de haberte sometido al
cambio.
IMAGEN: PEXELS |
Replantea tus prioridades
El primer paso para encontrar un equilibrio es tener claras
tus prioridades. ¿Qué valoras más: hacer negocios con algún inversionista o
poder participar en momentos especiales de la vida de tus hijos?
El cambio comienza cuando te das cuenta de que hay algo más
importante en la vida que el trabajo. Podrías perder tu trabajo mañana, pero
tendrás la oportunidad de conseguir otro. Sin embargo, si pierdes tu familia,
estás perdiendo una parte de ti. Pasarías toda tu vida con un vacío que nada ni
nadie podrá llenar.
Delega responsabilidades
Una de las razones por las que muchos terminamos adictos al
trabajo es porque tenemos miedo a delegar responsabilidades. Y es normal. Es
una cuestión de confianza. Pero debemos darnos cuenta que hay muchos que pueden
hacer lo que nosotros hacemos igual o mejor incluso. Tenemos que explorar los
beneficios de la delegación y sacarle provecho.
¿Hay tareas que puedes delegar actualmente? Muchas veces ni
nos damos cuenta, pero podemos estar haciendo un trabajo que no es
significativo. Asume las tareas importantes, pero las menores y de poca
profundidad delégalas. Solo así aliviaras tu carga de trabajo.
Una vez que veas que todo está saliendo muy bien y que las
personas a las que delegaste trabajo están cumpliendo con lo requerido, utiliza
ese tiempo que ahora tienes disponible para tu familia.
Programa tiempo con tu familia
Cada vez que escribas tu lista de tareas pendientes,
elabora un espacio especial para tu familia. Sí, anota a tu familia en tu
horario. Si es posible, utiliza recordatorios en tu celular o Tablet.
La idea es evitar hacer cualquier cosa relacionada al
trabajo durante el tiempo destinado para tu familia.
Restringe la cantidad de trabajo que llevas a casa
Solo porque estés en tu casa no significa que estás pasando
tiempo de calidad con tu familia si lo realmente haces es trabajar. Aunque estés
físicamente en tu casa, tu concentración está en el trabajo.
Tu familia quiere que estés física y emocionalmente
presente para ellos. Necesitan todo tu amor y atención.
Establece límites
¿Estás haciendo más trabajo del que deberías? Aprende a
decir no cuando alguien te pide que tomes algún proyecto extra y empieza a
poner límites.
Aunque siempre sea bueno tener trabajo y proyectos, siempre
debe haber un límite en lo que puedes manejar y en lo que no. Es necesario
darse cuenta que cada minuto de más que le dedicas al trabajo significa menos
tiempo con tu familia.
Escrito por Kevin Guanilo de Hoy Aprendí.
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