Mentir
Esta es una lección que probablemente has aprendido en
muchas ocasiones: La gente miente. Lo hacemos por muchas razones (algunas
maliciosas y otras completamente benignas), pero todo el mundo miente a veces.
Y estaríamos mintiendo si dijéramos que sabemos por qué.
La verdad es que los científicos no están seguros de por
qué los humanos dicen mentiras, pero saben que la mentira es común y que
probablemente está vinculada a varios factores psicológicos. El primero de
estos factores es la autoestima, de acuerdo con Robert Feldman, un psicólogo de
la Universidad de Massachusetts. Feldman, quien estudia las causas subyacentes
de engaño de los hombres, ha encontrado que cuando se ve amenazada la
autoestima de una persona, él o ella inmediatamente y en niveles mayores.
Pensar
en la muerte
¿Piensas algunas veces en la muerte? Si tu respuesta es no,
entonces no eres como la mayoría de personas, para quienes pensamientos de este
tipo con comunes y muy naturales, mencionó Pelin Kesebir, psicólogo en el
Centro de Mentes Sanas en la Universidad de Wisconsin.
Mientras que obsesionarse con la propia mortalidad no es
necesariamente lo normal, nosotros los seres humanos tendemos a pensar en nuestra
propia muerte (o la de nuestros seres queridos) de vez en cuando. La gente
puede pensar mucho en la muerte a causa de nuestros cerebros sofisticados, dijo
Kesebir. Nuestra mente "nos hacen dolorosamente consciente de la
mortalidad inevitable, y esto coincide con la sensibilización de nuestro deseo biológico
por vivir", añadió.
Hacer
cosas que nos hacen daño
Fumar cigarros, beber en exceso y usar drogas es malo para
nosotros, sin embargo, es algo que se nos hace extremadamente difícil dejar.
¿Por qué es tan difícil para nosotros deshacernos de nuestros malos hábitos?
Los científicos enumeran algunas razones por las que no nos queda claro lo que
es bueno para nosotros.
Aparte de una predisposición genética para ciertos hábitos
adictivos, algunas personas podrían participar en estas conductas de riesgo ya
que no saben las consecuencias de sus acciones y simplemente lo hacen.
Sonrojarse
Resulta que, la reacción de enrojecimiento de las mejillas
es una respuesta humana universal a la atención social. A todos en algún
momento nos ha pasado. A algunos más que a otros. Pero todos coincidimos en que
los posibles desencadenantes podrían ser: Conocer a alguien importante, recibir
un cumplido o experimentar una fuerte emoción.
Escrito por Kevin Guanilo de Hoy Aprendí.
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